Apenas un tercio de los bolivianos apoya o simpatiza con la oposición política del país, reveló un sondeo, mientras que el oficialismo dijo que no ve alternativas ni propuestas concretas que hagan frente al gobierno izquierdista del presidente Evo Morales, con un respaldo superior al 60 %.
La oposición «no logra tener la talla de convertirse en una alternativa para el país», dijo el procurador general del Estado y hombre fuerte del Movimiento Al Socialismo (MAS), Héctor Arce.
Arce lamentó que la oposición no tenga ideas claras ni rumbo fijo en momentos en que la revista Poder y Placer difunde una encuesta que muestra una desaprobación ciudadana del 56,4 % para los contrarios a la administración de Morales.
Los frentes opositores tienen un 32,3 % de aprobación ciudadana, según la encuesta realizada en las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz.
«Para la democracia sería bueno que haya una oposición que construya, que haga propuestas, que no solamente critique, que dé soluciones, porque eso en definitiva es una oposición (…), la oposición no debe ser destrucción», afirmó Arce.
«Hay algunas (críticas) que se las respeta, que son sinceras, pero la gran mayoría muestra nomás una talla de una oposición que no termina de ser oposición, que no termina de conformarse en una alternativa política en el país y eso es lamentable», complementó.
Una encuesta difundida por el matutino El Deber reveló el miércoles pasado que Evo Morales, que llegó al poder en 2006, es el mejor Presidente de la historia de Bolivia, con un respaldo superior al 50 % de una lista de diez personajes.
Según una encuesta de percepción ciudadana realizada por la empresa ‘Tal Cual Comunicación Estratégica’, el 66 % de la población aprueba la gestión Evo Morales.
El presidente de Bolivia también se ubica en el primer lugar (75 %) de la aprobación ciudadana entre diez mandatarios de la región, reveló el mes anterior la empresa uruguaya Equipos Consultores.
En ese marco, Arce destacó que Morales representa un proceso de inclusión social, política y económica de un impacto muy profundo en la sociedad boliviana y también en el contexto internacional.
«Este es un proceso que obviamente debe tener errores, todo obra humana es factible al error, se han podido cometer muchas equivocaciones, pero es un proceso tan grande (…), los mimos opositores reconocen que hay un cambio y que hay una transformación», sustentó.