La ministra brasileña de Relaciones Institucionales, Ideli Salvatti, continúa hoy los diálogos con líderes de bloques partidistas en la Cámara de Diputados en busca de un acuerdo sobre la propuesta de Marco Civil de Internet.
El Gobierno va a seguir con sus pláticas este martes con legisladores de diversos bloques en ese órgano en un intento de tratar de forzar mañana una votación a favor del Marco, destacó Salvatti.
Según la ministra, esperan en esta semana avanzar en las negociaciones para sancionar esta iniciativa, la cual fue presentada el año pasado con carácter urgente pero aún no se discute por falta de consenso en la Cámara de Diputados.
La titular descartó que se pretenda retirar la urgencia constitucional de ese proyecto y reiteró la postura del Ejecutivo de mantener el principio de neutralidad de la red, lo que evitará la discriminación o el privilegio en el tráfico de datos.
Las conversaciones ayer (lunes) de la ministra con el máximo representante del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en la Cámara, Eduardo Cunha, concluyeron sin alcanzar acuerdo alguno.
Cunha manifestó su oposición al establecimiento de regulaciones para los proveedores del servicio de Internet, lo cual impide ofrecer paquetes preferenciales de datos en detrimento de otros usuarios.
El relator de esta propuesta en la Cámara, Alessandro Molon, señaló que las bancadas de oposición y del PMDB son presionadas por empresas suministradoras de este servicio, contrarias a asegurar la neutralidad en el ciberespacio.
Este principio de igualdad significa que las operadoras de telecomunicaciones no pueden hacer distinción de tráfico según intereses comerciales, subrayó y reiteró la necesidad de contar con una norma para evitar el corte de los servicios de proveedores.
Entre otras medidas, el Marco Civil obliga también a las compañías a almacenar la información de los usuarios brasileños dentro del país.
Se trata una acción destinada a garantizar que las empresas multinacionales como Google, Yahoo y otras tengan que acatar la legislación brasileña y no puedan compartir o vender su base de datos ubicada en Brasil.
Para el Gobierno, esta norma es importante pues protege a los casi 80 millones de internautas nacionales.