La política del Gobierno de Estados Unidos concibe la acción de invadir o masacrar a un país como una especie de trofeo, que, en el caso de Venezuela, lo que priva es el interés por los recursos naturales de la nación, el control de sus operaciones petroleras y su posición geopolítica, señaló el fiscal general de la República, Tarek William Saab.
«En el caso de (Donald) Trump, él quiere darle continuidad a una política que tiene como antecedentes más recientes la época de Ronald Reagan, con un discurso altamente explosivo y luego con hechos drásticos terribles, por lo que no creo que sea un hecho circunstancial o accidental», sostuvo el fiscal, en entrevista en el programa José Vicente Hoy, que transmite Televen.
Saab ratificó su repudio a esta política imperialista que ha sido acentuada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en reiteradas oportunidades ha declarado al mundo que no descarta una opción militar contra Venezuela.
Indicó igualmente que el «estatuto de transición» que aprobó la Asamblea Nacional en desacato es peor que el decreto del golpe de Estado del 12 de abril de 2002, que impuso a Pedro Carmona Estanga en la Presidencia de Venezuela en aquel entonces.
«Ese estatuto es un esperpento nazi que no tiene nada de democrático y en su artículo 29 autoriza una invasión militar a Venezuela. En el fondo lo que esa oposición quiere es la disolución del Estado venezolano y la privatización de todos los servicios», sostuvo.
Asimismo, el fiscal denunció que Elliot Abrams, quien fue nombrado como «protector para restaurar la democracia en Venezuela» por parte del Gobierno de Estados Unidos, también estuvo detrás del golpe de Estado de 2002.