“El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia comunica el ingreso de Bolivia al Grupo de Lima”, ha declarado la Cancillería boliviana a través de un comunicado difundido este domingo.
La Cartera boliviana ha justificado que su decisión tiene como objetivo contribuir a lograr la supuesta “solución pacífica, democrática y constitucional a la crisis en Venezuela, que debe ser guiada por el pueblo venezolano”.
El Grupo de Lima —integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía—es una coalición de países que, apoyados por EEUU, promueve la salida de Nicolás Maduro de la Presidencia de Venezuela, cargo que funge por mandato popular, apoyando al opositor Juan Guaidó, que se autoproclamó como presidente interino del país.
Se trata de otro retroceso en política exterior de Bolivia y en el quiebre de la alianza que tenía el depuesto mandatario boliviano Evo Morales con Maduro después de que la senadora opositora Jeanine Áñez se autoproclama presidenta interina de Bolivia tras la dimisión forzada de Morales.
Nada más instaurarse el gobierno de facto en Bolivia, la autoproclamada Áñez rompió relaciones con Venezuela, expulsó a todos los diplomáticos venezolanos que representen al Gobierno de Maduro y reconoció al golpista Juan Guaidó.
Desde entonces, el gobierno de facto ha tomado varias medidas polémicas afines a las políticas de Washington. Áñez ha reanudado las relaciones con el régimen de Israel y con EEUU, después de haberse rotas en 2008 por la injerencia del país norteamericano en los asuntos internos del país andino.