La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, dijo este martes que el país está retornando a la normalidad, pese a las acciones de grupos golpistas que pretendían acabar con la tranquilidad y seguridad de la nación centroamericana.
«Somos un pueblo que quiere vivir su verdad, un pueblo que ha sido vilmente atropellado durante varias semanas, sobre todo los pobres, la clase media emprendedora, trabajadora, del campo y de la ciudad», resaltó la vicepresidenta.
Murillo destacó que la derecha activó acciones dirigidas a afectar a los más pobres, pues solo buscaban golpear los programas y proyectos socio productivos.
Para la funcionaria es necesario que quienes ejecutaron actos contra el pueblo paguen por sus crímenes, es decir, por la muerte de los 198 nicaragüenses que murieron a causa de la violencia opositora.
En los últimos cuatro meses el pueblo nicaragüense enfrentó una serie de protestas y actos violentos promovidos por sectores extremistas, que además de muertes, causaron millonarias pérdidas materiales.