A pocas horas del partido entre Venezuela y Perú, las calles de Lima se llenaron de hinchas de ambas selecciones. Sin embargo, la xenofobia contra venezolanos incrementó la jornada tras el recibimiento de la Vinotinto, y con el Gobierno de Perú pretendiendo convertir un partido de fútbol en una redada migratoria contra aficionados de la Vinotinto.
El Comandante General de la Policía de Perú, Jorge Angulo, anunció en rueda de prensa celebrada este martes, que el encuentro estará custodiado por mil 900 agentes de seguridad. Los cuales podrán detener a los venezolanos que “tengan problemas con la justicia” o estén indocumentados.
Asimismo, dijo que en el partido de fútbol contarán con el apoyo del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) y la Superintendencia Nacional de Migraciones.
Expuso que la finalidad del Gobierno es tener control de identidad, para detectar casos de “personas solicitadas por la justicia y de quienes no hayan regularizado los documentos para su estadía en este país”.
Las redes sociales están encendidas desde hace días. En este momento, hacen referencia a las concentraciones de centenares de entusiastas del fútbol en las afueras del Estadio Nacional de Lima.
Entre cantos ondean el Tricolor Nacional y, por supuesto, llevan la camiseta de la Vinotinto mientras gritan consignas. Uno de los hinchas criollos ofreció sus palabras al medio peruano, donde exclama con sonrisas “Lima, Venezuela”.
Lo dicho por el venezolano desató una ola de xenofobia por parte de hinchas peruanos. Comentarios como:
- “¿Que se siente en Venezuela? Claro, con tantos robos, secuestros… Así cualquiera se siente en Venezuela”.
- “Cómo no van a sentirse que es Venezuela, si se vinieron todos”.
- “¡Hagan batida! Pidan documentos. De ahí todos son indocumentados”.
Los usuarios de Instagram, muchos de ellos peruanos, interpretaron estos comentarios de sus connacionales como actos de xenofobia contra los venezolanos. De hecho, hicieron un llamado a respetar la pasión de la afición venezolana por su selección y por el fútbol.
Algunos criticaron las decisiones adoptadas por el Gobierno de facto de Boluarte, catalogándolas como “el gesto de mayor hostilidad y xenofobia oficial contra un país vecino en la región”.