El ministro de Trabajo de Grecia, Panos Skurletis, mostró hoy su rechazo a las políticas neoliberales de anteriores gobiernos en el terreno laboral e insistió en que el gobierno no traicionará sus compromisos con los ciudadanos.
En su declaración, el ministro informó que el próximo lunes se presentará ante el Parlamento el proyecto de ley para aumentar el salario mínimo hasta los 751 euros, la cantidad vigente hasta 2012, y restaurar la figura del convenio colectivo, eliminada por las exigencias de los acreedores extranjeros.
También rechazó la posibilidad de introducir una legislación para facilitar los despidos colectivos, argumentando que la cuestión está fuera de cualquier debate teniendo en cuenta que Grecia tiene la tasa de desempleo más alta de Europa.
Además, Skurletis se comprometió a no aplicar la «cláusula de déficit cero» para los fondos de pensiones, a fin de evitar cualquier recorte adicional a las pensiones complementarias como pretenden las instituciones europeas y el Fondo Monetario Internacional.
«El Gobierno no retrocederá en sus líneas rojas», insistió, dejando claro que no harán como los gobiernos anteriores, «indiferentes al mandato que habían recibido del pueblo griego para implementar su programa».
El anterior ejecutivo, encabezado por el conservador Antonis Samarás, eliminó derechos laborales básicos y redujo el salario mínimo por debajo del umbral de la pobreza, con el argumento de mejorar la competitividad y reactivar el mercado de trabajo, algo que en la práctica nunca ocurrió.