El Gobierno de Honduras abrió este viernes un diálogo con diferentes sectores de la sociedad para debatir sobre la reforma a la ley de comunicaciones que prevé las frecuencias de radio y televisión, que son autorizadas por el Estado, no estén sólo en manos de los más poderosos.
El encargado de abrir este debate fue el presidente Porfirio Lobo, el cual duró unas cuatro horas y participaron alrededor de 30 personas entre ministros y representantes de organizaciones obreras, campesinas y étnicas, así como periodistas.
Durante la reunión, Lobo sugirió llevar esta reforma a la ley de telecomunicaciones a referendo en los comicios generales que se celebrarán en noviembre.
Se podría «colocar una urna en las elecciones generales (del 30 de noviembre próximo) para que la gente diga sí o no» a la reforma legal de la ley, dijo.
Por su parte, los periodistas que asistieron a la discusión respaldaron la reforma en el sentido de que las frecuencias de radio y televisión no estén solo a manos de los más poderosos.
Asimismo, apoyaron el hecho de que haya más radios comunitarias en el país, mientras que otros pidieron que no se les excluya de la partida de la publicidad gubernamental, alegando que a los medios pequeños y periodistas independientes se les margina.
Igualmente, la Asociación de Medios de Comunicación (AMC) pidió que la nueva normativa «debe estar enmarcada en los principios universales del derecho a la libertad de expresión y de pensamiento contemplados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos».
Este proyecto a la reforma de la ley de telecomunicaciones fue propuesto por el no gubernamental Comité por la Libre Expresión (C-Libre), una alianza de periodistas y representantes de organizaciones de la sociedad civil creada en el 2001, y fue presentada al presidente esta semana.
La propuesta de C-Libre es «la democratización del espectro radioeléctrico» porque sostiene que actualmente las frecuencias de radioemisoras, canales de televisión y de telefonía están concesionadas a «grupos agraciados por el amiguismo o el clientelismo político (que) se han apoderado del bien público».
Por último, el mandatario convocó a una reunión para el próximo viernes para seguir con la discusión sobre el tema.
«Traigan entonces, en una semana, las extraordinarias ideas que se discutieron este día para que nos las formalicen en planteamientos escritos», solicitó el mandatario a los presentes.