El Gobierno Nacional destinó cerca de 800 mil millones de dólares a la inversión social en una década, acción que se tradujo en la reducción de la desigualdad a través de la democratización de las riquezas.
“Venezuela se convirtió en una nación de derechos, más igualitaria y auténticamente incluyente. Creamos un Estado de bienestar, centrado en la justicia social, en el empeño por alcanzar el bien común y en la búsqueda incansable de la suprema felicidad social”, enfatizó el presidente de la República, Nicolás Maduro.
Desde el Palacio Legislativo, ubicado en Caracas, destacó que durante la primera década del siglo XXI, Venezuela consiguió los mayores indicadores sociales del continente gracias “al impulso de políticas sociales, de inclusión y de igualdad” que permitieron reducir la pobreza extrema a niveles históricos.
“Se aplanó la pirámide social, reduciendo la desigualdad y transfiriendo más de 20% de la riqueza de los sectores de alto nivel de ingreso hacia las clases medidas, los pobres y los sectores históricamente excluidos”, agregó en la entrega del Proyecto de Ley Antibloqueo.
El Dignatario apuntó que el Sistema de Misiones y Grandes Misiones ofreció “una respuesta contundente a la deuda social acumulada con el pueblo”, siendo un mecanismo clave para enfrentar la agresión multiforme perpetrada por la administración estadounidense.
En este sentido, subrayó que el bloqueo económico, financiero y comercial representa “el más perverso delito cometido contra el pueblo venezolano” al impactar directamente en los derechos esenciales de la población.
Explicó que las restricciones ilegales incidieron negativamente en los indicadores sociales y atacaron “el corazón del proyecto de justicia social”, escenario definido por los economistas estadounidenses Mark Weisbrot y Jeffrey Sachs como un “castigo colectivo”.
Venezuela registra pérdidas de 30 mil millones de dólares anuales por concepto de ingresos externos, situación derivada de la persecución contra la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).