El Gobierno de Portugal tiene previsto despedir 30 mil funcionarios públicos más, anunció el primer ministro de ese país, Pedro Passos Coelho, quien informó además que se tiene planificado recortar el sistema de pensiones, retrasar la jubilación de los 65 a los 66 años y ampliar de 35 a 40 las horas semanales de trabajo en la administración pública.
Passos Coelho cifró en 4.800 millones de euros (unos US$6.300) el ahorro que espera conseguir el gobierno portugués con estas medidas hasta 2015, para hacer el «Estado sostenible» y cumplir los compromisos del rescate financiero del país, refirió la BBC Mundo, en su portal web.
De acuerdo con el mandatario, su plan está abierto al «diálogo» con la oposición, los empresarios y los sindicatos, pero advirtió que si Portugal no consigue bajar en esa cantidad los presupuestos estatales volvería a verse «al borde la quiebra» y en peligro de abandonar la zona euro.
Al respecto, el secretario general del Partido Socialista (PS) de Portugal, Antonio José Seguro, calificó estas medidas de recortes de»pésima», y desmintió que su país vaya ‘por el buen camino’, como lo afirma el Ejecutivo.
Seguro consideró que Passos Coelho «debería pedir disculpas a los portugueses por la recesión y un desempleo que va camino de un millón de personas», reseñó Telesur, en su página web.
Asimismo, rechazó además consensuar unas nuevas medidas de austeridad -como pidió Passos Coelho- que son «más de lo mismo y sobre los mismos, funcionarios y pensionistas».
«Su receta está equivocada y ni siquiera cumple los objetivos, ni de déficit ni de deuda», agregó el dirigente socialista.