El Gobierno sirio aprobó este lunes, un proyecto de ley que permitirá el establecimiento de formaciones políticas «democráticas» al margen del partido Baaz, en el poder desde hace medio siglo.
La medida forma parte de las reformas prometidas por el presidente sirio, Bashar al-Assad, para dar una salida a la crisis que vive el país.
La ley todavía tiene que pasar por el Parlamento, aunque se espera que los diputados la aprueben sin enmiendas notables. También será necesaria la reforma de algunos artículos de la Constitución para permitir que encaje la nueva ley.
Según informa la agencia de noticias oficial Sana, el documento establece los principios de regulación de los partidos políticos y las condiciones y procedimientos para establecerlos, además de sus fuentes de financiación, derechos y deberes.
La norma prohíbe los partidos con una base religiosa o tribal y los que se basan en la discriminación por raza, sexo o etnia. Además, los nuevos partidos no podrán estar vinculados a formaciones extranjeras.
El ministro de Justicia de Siria, Taysir Qala Awad, precisó que el número mínimo de personas para crear un partido será de 1.000. Los miembros de un grupo deberán provenir de al menos la mitad de las provincias de Siria.
La ley de partidos fue prometida por primera vez en el año 2005, pero hasta ahora su tramitación había estado paralizada. La oleada de protestas contra el régimen actual en el país dio un nuevo impulso a la aprobación de esta norma.
Para normalizar la situación en Siria, el presidente al-Assad ha impulsado una serie de reformas, entre las cuales figura el levantamiento del Estado de Emergencia, vigente desde 1963, el proyecto de la ley electoral y una amnistía general en el país.