Por Ramón Alirio Contreras G.|Golpes de Estado (Opinión)

La arremetida de la derecha imperial contra los gobiernos progresistas en América Latina arreció a raíz de la siembra de nuestro comandante Hugo Chávez. Avorazado el imperio, se lanzó con todas las baterías a destruir los procesos democráticos que centraron su agenda y recursos en el pueblo y no en los grandes capitales trasnacionales o de sus oligarquías criollas.

El presidente del Ecuador, Rafael Correa, que también ha vivido los embates de conspiraciones, una de ellas casi le cuesta la vida, hablaba de que no estábamos en una época de cambios, sino en un cambio de época. Pero el imperio no descansa y cuando esperaba verlo en otro tono, especialmente con la llegada de Barack Hussein Obama al poder, muy pronto él mismo se dedicó a despejar las dudas.

Lejos de mejorar las relaciones con el continente, Obama ha sido un tipo desdibujado en la política regional, pero su gobierno ha afinado con precisión las estrategias de una guerra diversificada, en algunos casos de “baja intensidad”, pero en casos como el de Venezuela, la intensidad ha sido de alto impacto. Una guerra total contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro que ha entrado en su fase mas dura, previa solamente a una agresión ya en el plano físico, es decir, militar.

El nuevo Plan Cóndor lo llama Correa, al proceso que se ha desatado para defenestrar a líderes del pueblo como Dilma Rousseff, Cristina Fernández, Evo Morales, Nicolás Maduro y el mismo Correa. A Cristina la quieren fusilar mediáticamente y con nuevos subterfugios legales, tal como sucede con Dilma en Brasil. Lo de Maduro se pierde de vista. La agenda golpista es evidente, se viste con diversos rostros, incluso con los que la propia Revolución ha creado, como el referendo revocatorio en Venezuela.

La derecha juega en contra del referendo. En primer lugar, hicieron tarde la recolección de firmas para solicitar al CNE que inicie el proceso, luego entregan un volumen de planillas que supera con creces al mínimo establecido, lo cual, por supuesto retrasa el proceso de verificación. Así las cosas, sin sacar las cuentas que otros ya han sacado, ellos actúan con premeditación para que el referéndum no se dé, pero con una campaña global contra el CNE, para que cuando los tiempos no le cuadren, cosechen todas las tempestades que han sembrado contra el ente comicial y en consecuencia contra el Gobierno y así justificar la “salida 2”.

Para finalizar, quiero expresar desde este espacio mi abrazo a Manuel Cabieses Donoso, director en Chile de la emblemática revista Punto Final y a Francisca Cabieses Martínez por la pérdida de Flora Martínez, amiga entrañable a quien siempre tendremos en el corazón.

alirio.contreras@gmail.com