Hace 198 años retomaron la resistencia contra el imperio español|Con el grito de “morir o vencer” margariteños respondieron a las amenazas de Pablo Morillo

El 18 de julio de 1817 el General Francisco Esteban Gómez en nombre de los patriotas de Margarita, le contestó al jefe realista Pablo Morillo la violenta intimación de rendirse que este les dirigió a los margariteños, a quienes calificaba de “desleales y rebeldes”. Los margariteños se habían rebelado contra las autoridades españolas a los siete meses del arribo a sus costas de la expedición pacificadora que desde España vino a Costa Firme a las órdenes de Pablo Morillo, con diez mil efectivos.

El Pacificador, luego de llegar a Caracas en abril de 1817, comenzó a organiza su marcha hacia Nueva Granada, de donde regresó para reasegurar el control de aquellos puntos que, como Apure, sur de Monagas y Margarita venía rebrotando la llama de la independencia y la resistencia armada al poderío español.

ISLA DE REBELDÍA

Margarita mostró desde el comienzo de la causa emancipadora mostró su respaldo a las decisiones tomadas por la Junta Suprema de Caracas, declarándose desligada de las autoridades españolas el 4 de mayo de 1810, dando firme apoyo a los intentos por liberar Guayana durante la Primera República. Recaería de nuevo en poder peninsular cuando Domingo de Monteverde conquista Caracas el 29 de julio de 1812. Por segunda vez se rebeló en junio del año siguiente, cuando fue depuesto y apresado el gobernador realista Pascual Martínez y asumió el mando de la isla el prócer Juan Bautista Arismendi.

La tercera rebelión contra un gobierno español empieza el 15 de noviembre de 1815 cuando, debido a los desmanes del gobernador Joaquín de Urreiztieta -designado por el Pacificador Pablo Morillo-, grupos margariteños con Arismendi a la cabeza, inician la resistencia con unos pocos fusiles tomados en asalto al fortín de Juangriego y, como lo recuerda Rosauro Rosa Acosta, “a fuerza de piedras, palos y rústicos objetos de labranza” [“La independencia de Margarita’ – http://catalogomedia.canaimaeducativo.gob.ve], irán liberando franjas de la isla hasta que en mayo de 1816 acogen al Libertador Simón Bolívar, quien viene procedente de Haití al frente de la Primera Expedición de los Cayos.

LA INTIMACIÓN

Para julio de 1817 casi toda la isla estaba en manos patriotas. Morillo -que había retornado de Nueva Granada-, expidió el día 17 de ese mes una intimación de rendición a los margariteños en armas. Los patriotas de la isla por esfuerzo propio habían derrotado a buenos oficiales peninsulares como Joaquín Urreiztieta, Salvador Moxó y Pardo.

En su intimación, el Pacificador acusa a Brión de ser un pirata que pretende ‘saquear la isla’ y tacha de“despreciable, cobarde y ruin” a Arismendi. Sin duda que Morillo entendía el liderazgo del recio combatiente que arriesgaba familia y posesiones y cuya esposa Luisa Cáceres, ante el riesgo de perecer en presidio y luego del nacimiento de su hijo muerto, mantuvo delante de los captores, el gesto de la mujer de Leonidas ante el peligro de la caída de Esparta.

De este modo el Pacificador cierra su intimación de rendirse con la siguiente amenaza “en esta isla desleal no quedarán ni las cenizas, ni aun la memoria de los rebeldes que despreciaron la piedad del Soberano [Fernando VII] y se empeñaron en su exterminio” / Cuartel General de los Barales, 17 de Julio de 1817]

ACCIONES

Si bien los margariteños habían combatido con fiereza frente a los oficiales de Morillo, otra cosa era habérselas con este en persona, quien estableció su cuartel general en La Asunción. En el cerro Matasiete, a espaldas de la capital se atrincheran los independientes, en inferioridad hombres y armamento para hacer frente al enemigo el 31 de julio de 1817, desde las 8:30 de la mañana hasta las 4: de la tarde, cuando se declara la victoria republicana. El jefe realista se mantendrá en la isla hasta agosto, cuando al conocer la caída de Angostura en manos de Bolívar abandona Margarita para reorientar su acción en el país.

En todo caso, la contestación de Francisco Esteban Gómez del 18 de julio de 1817, redactada en los viriles términos del patriota irreductible, dejaba muy en claro la imposibilidad de la rendición, como también de la entrega de Juan Bautista Arismendi, inspirador de los distintos levantamientos de la isla, y por quien Morillo deseaba capturar desesperadamente.

“RATIFICAMOS EL JURAMENTO DE MORIR O VENCER”

“Los espartanos de la Gran Colombia han visto con bastante admiración el parlamento inesperado que V. E les envía; extrañan el bárbaro estilo de intimar la rendición de esta isla después de haber hostilizado atrevidamente sus costas(…)El General Arismendi, a quien V. E atribuye el orígen de nuestras desgracias, lejos de traernos esos supuestos males, puso en nuestras manos el precioso don de la libertad y supo conducirnos a la cumbre de la gloria(…)La sangre que se ha derramado y la que se derramará, emana del íntimo impulso que tiene todo hombre a defenderse de su enemigo, del implacable odio que tienen los margariteños a sus opresores, y no de ideas perversas de nuestro héroe(…)jamás borrarán de su memoria los margariteños la duración efímera de sus pasadas promesas (las de Pablo Morillo)…y un grito general se oyó en la isla; y este lastimoso clamor fue el que instigó al pueblo a usar del derecho de insurrección (…) Desde entonces ratificó Margarita su juramento de MORIR O VENCER (… )Así está demás repetir, este…paso que V.E ha tenido la bondad de dar…al mismo tiempo que amenaza con la total desolación de la isla(…)por nuestra final resolución(…) Si fuere V. E vencedor, se hará señor de los escombros, de las cenizas y vestigios que quedarán de nuestra constancia y valor” (Francisco Esteban Gómez / Cuartel General de la Sabana Grande, 18 de julio de 1817 / En: Blanco y Azpúrua).

T/ Néstor Rivero
I/ Manuel Loayza