La concentración bautizada “Grito de libertad” no llegó ni a chillido.
¿Quiere decir que la oposición ya perdió su caudal electoral decembrino?
No tanto, sino que los partidos de la MUD no asisten a los actos que convocan los rivales internos.
Allí nadie le hace la cama al adversario endógeno.
Por eso el “grito” resultó un quejido, inaudible más allá de media cuadra.
Vean los medios privados: puras tomas cerradas, a pesar de los alaridos decimonónicos de algún orador desgañitado.