Guerra a muerte

POR: DANIEL CÓRDOVA ZERPA

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Lo que estamos viviendo en materia económica es expresión clara de una lucha geopolítica sin cuartel.

Las derrotas propinadas a las facciones opositoras en la Constituyente primero y en las regionales después han servido como acicate, para que se desborden los demonios de la especulación, el contrabando de extracción, el acaparamiento, las distorsiones en el mercado cambiario y los diversos mecanismos de bloqueo financiero internacional, instigados sin prisa pero sin pausa por Estados Unidos.

Esta guerra es a muerte, porque -como hemos dicho antes- nos hemos atrevido a desafiar el orden establecido.

Y es que el triunfo definitivo del modelo socialista bolivariano sería un muy mal ejemplo para los pueblos sometidos a la opresión de la hegemonía estadounidense, tanto en América Latina, como en Asia, África y Medio Oriente. Es decir, en todos los territorios de lo que aun se conoce eufemísticamente como el Tercer Mundo.

En líneas gruesas esa es la verdadera disputa, no estamos enfrentando las pequeñeces de un patético Julio Borges o un desatinado Henrique Capriles Radonski; en realidad ellos son mandaderos de un imperio letal que al ver que fallan todas sus jugarretas, apela con fuerza a la caotización económica.

Aunque pareciera que ha transcurrido tiempo suficiente para tener este escenario suficientemente claro, por desgracia, en no pocas oportunidades diera la impresión de que no es así.

Sobre todo porque a lo interno de la Revolución sigue enquistado el cáncer de la corrupción, la improvisación, la falta de seguimiento y la ausencia de coordinación, lo que sirve de explosivo combustible, para agravar una situación de por sí bastante complicada por elementos estructurales y coyunturales.

Si no asumimos que esta guerra es a muerte el futuro ya no será nuestro.

dcordovaster@gmail.com
Caracas