Los medios de comunicación del Estado deben tener una «contraofensiva continua»| En la guerra económica se debe contrarrestar el rumor

«El rol de la comunicación a mi entender debería impulsar conductas ciudadanas equilibradas que mejoren la sociedad donde nosotros vivimos. Lo que está sucediendo es que utilizan mecanismos que alteran a la ciudadanía, como el rumor», esbozó la sicóloga Obilia Suárez en su ponencia Dimensión psicológica de la guerra, que formó parte del foro Develando la Guerra Económica, efectuado en Parque Central de Caracas.

La actividad fue organizada por el Frente Francisco Miranda y contando con una gran concurrencia. Considera la especialista que «el rumor es el arma más efectiva de la guerra sicológica, como lo puede ser un misil en una guerra tradicional. Lo que se busca con un rumor es la desestabilización, porque siempre detrás de un rumor se busca una acción determinada».

Suárez no se queda solo en presentar el problema: «Para contrarrestar el rumor lo que hace falta es información veraz, oportuna, sistemática y permanente. Si tu no informas de una manera veraz, el rumor se convertirá en una verdad falsa. El rumor parte de una realidad que se tergiversa de manera inmediata, y que al no poderse constatar ni saber de dónde viene se multiplica. Y hoy en día con las redes sociales se quintuplica, por citar un ejemplo, y se convierte en una verdad falsa inmediata. Debes hacer el combate o contraofensiva de manera sicológica para vencer los rumores».

Uno de los últimos rumores que están rodando por todos los comunicación tradicionales y redes sociales, es un supuesto estallido social que, según la sicológa, «no se produce por rumores sino por situaciones particulares y específicas. Venezuela es un pueblo que ha avanzado altamente en su conciencia. Dice Jung: ‘que lo que no se hace consciente se convierte en destino’ y nosotros los venezolanos y las venezolanas estamos conscientes. Si hay una acción del pueblo contra el desasbatecimiento, sabrá cómo hacerlo y sabrá quién es su enemigo real».

La profesional que también pertenece al Colectivo Sicológas y Sicólogos por el Socialistas, profundizó: «El principal problema es que no sentimos que estamos en una guerra sicológica. Pareciera que fueran ‘procesos normales’ entre comillas de la sociedad en que vivimos, pero estamos en una guerra en la que se utilizan los rumores, la manipulación, tergiversación y otros mecanismos que se utilizan para poder inducir emociones, sentimientos, comportamientos que transforman nuestro equilibrio cotidiano y devenir histórico. Con una crisis emocional, sicológica y económica el rumor se convierte en una chispa en una pajar seco».

Otro ejemplo que cita es el de las colas: «En la guerra sicológica se utilizan aspectos que generan emociones negativas. Cuando los medios de comunicación dijeron viene hambre en 2014, la gente comenzó a realizar compras nerviosas. La primera caracterización de las colas en 2014 y 2015 es que se veían una gran cantidad de personas a las que no les faltaba productos, pero hacían colas y compraban por el miedo de que les faltaran».

Considera que «este 2016 la historia es otra, porque se ha agudizado la guerra económica y política, lo que se ve en el abastecimiento de los insumos propios para cada una de las familias. Las estrategias se manejan ideológicamente para generar conductas. En esa oportunidad se generó incertidumbre, desasosiego, angustia, ansiedad. Comienza el terror, la rabia, la desesperación, más difíciles de controlar».

T/Eduardo Chapellín
F/José Miguel Meneses