Manuel Carrero: Se consumó una traición histórica|La Guerra Federal confirmó que los intereses de las oligarquías chocan con los ideales de paz y justicia

“Tres traiciones históricas padecidas por el pueblo venezolano en los dos siglos que llevamos de Independencia nos revelan que en las oligarquías no se debe creer jamás porque sus intereses son diametralmente opuestos a los de las grandes mayorías”. Así de tajante es el juicio del historiador, docente e investigador Manuel Carrero cuando se le pide su reflexión sobre la Guerra Federal, de la que se cumplieron 156 años el pasado viernes.

El profesor Carrero explicó que estas traiciones se expresan “en el secuestro que las oligarquías hicieron de los grandes procesos históricos reivindicadores: En primer lugar el de la guerra de Independencia, luego ocurre el segundo, que fue la Guerra Federal y el tercero es la lucha contra la dictadura petrolera y policíaca perezjimenista”.

“Estas traiciones se produjeron porque el pueblo carecía de formación integral, de organización y de una conciencia política nacional en lo individual y lo colectivo, es decir, del arsenal teórico para asumir su propio papel protagónico en la lucha, sin confundir sus intereses con los de la oligarquía”, señaló. Y destacó que en el proceso revolucionario que se vive hoy en día es diferente:

“Aunque la ruta de las reivindicaciones en que estamos no es nada fácil, los tres quinquenios de resistencia del actual proceso indican que es posible romper las ataduras atávicas con la oligarquía”

EL ANTECEDENTE

Desde los años posteriores a la guerra por la Independencia, indicó Carrero, “se perfilaron dos sectores económicos. Uno, los amos del gran comercio importador y exportador, y el otro, los hacendados y cosecheros, grupos oligárquicos y amos de esclavos”.

Los primeros “eran prestamistas usureros que tenían bajo control a los productores mediante elevados intereses y negociaciones leoninas de compras de cosechas”, explicó, y enfatizó que se trataba de “una situación que los colocaba en posiciones antagónicas, aunque uno y otro eran sectores económicos y sociales poderosos que pugnaban entre ellos mismos por mantener sus privilegios”.

Beneficiarias de la Independencia, estas oligarquías se repartieron el poder cuando se produjo la ruptura del proyecto colombiano y Venezuela se creó como República independiente, aprobando “una Constitución excluyente, la de 1830, para mantener el estatus que tenían antes, frustrando las aspiraciones libertarias del pueblo”, añadió.

Esa nueva Constitución consolidó un orden ce cosas en el que “pequeños comerciantes, pulperos, artesanos y el proletariado urbano y rural formado por antiguos esclavos, peones endeudados, indígenas, domésticos fugados y desocupados que deambulaban en poblaciones y campos, los esclavos, manumisos y mestizos constituían el pueblo llano y depauperado, al que aún llamaban ‘clases viles y baxas’, fueron marginados: “Para ellos no hubo reivindicaciones y vivían en la inopia”.

El tratado de Coche selló el conflicto

POR QUÉ LA GUERRA FEDERAL

El historiador e investigador señaló que aunque los conflictos entre los conservadores y liberales eran la “causa visible” del proceso que condujo a la Guerra Federal, “lo político era solo lo formal. El fondo era lo económico, porque era la parte estructural de la situación existente y la prédica federalista lo asumió como motivo de guerra ya que no quedaba otro camino”

“Y es que la Guerra Federal estalló porque las necesidades fundamentales de los pobres, sus aspiraciones de tener tierra, justicia, igualdad social, educación y derechos políticos, no fueron satisfechas”, sentenció.

El profesor Carrero destacó que ese estallido se produjo en un momento en que la situación de las clases pobres era tal, “que la calamitosa vida que llevaba el pueblo, la miseria en que vivían los desclasados, les hizo caer en lo que se llamaba ‘estado de pobresía’, que no era otra cosa que una condición totalmente menesterosa”.

Fue un proceso que se generó debido a que “el pueblo mísero asumió la prédica liberal de la ‘Santa Federación’ como causa suya”. ¿Por qué? Carrero responde: “Porque la identificaba con democracia, con justicia social, con la esperanza de tener tierra y también con odio a los godos que encarnaban la opulencia y el desprecio a quienes nada tenían”.

FEDERACIÓN CAUSA DEL PUEBLO

Frustradas como estaban después de la Independencia, “esas clases pobres irrumpieron en el año 1859 acompañando a los jefes federales porque el desprecio de las oligarquías no dejó otra alternativa que la violencia, a través de la cual se propusieron conquistar sus derechos”, relató el historiador.

El también escritor y especialista en el estudio de los procesos de formación histórico-social de Venezuela apuntó que “el Federalismo fue una consigna que se hizo patrimonio de los pobres y ese huracán de violencia que los llevó a colocarse bajo las banderas del federalismo hizo que brotaran partidas guerrilleras en los valles del Tuy, en los llanos centrales, en los llanos occidentales y por todo el Pie de Monte andino-llanero hasta Barinas y Apure”.

“En aldeas y poblaciones brotaron jefes de partidas locales en las que se mezclaba de todo; hombres de la catadura de Zoilo Medrano, de José de Jesús González a quien llamaban ‘El Agachao’, el terrible Martín Espinoza y sus trece fieras, el ‘Chingo’ Olivo y las partidas de ‘indios de Guanarito’”, describió.

“Historiadores hay que desdicen del contenido social de esta guerra”, comentó, para luego citar a José Gil Fortoul en su obra Historia Constitucional de Venezuela, en la que dijo que “los antiguos esclavos apostaron su vida a la federación para defender su libertad porque se decía que los godos los volverían a convertir en esclavos”.

Carrero subrayó esta afirmación que agrega Gil Fortoul en su libro: “La democracia pregonada por ideólogos liberales fue para los pobres incultos, la ilusión que despertó la fe de que podían conquistar la igualdad social soñada”.

“La Federación, en todo caso, fue como una esperanza de redención porque la prédica liberal apuntaba contra los godos como causa de la explotación, la discriminación y la negación de sus derechos políticos que era lo que les impedía ser iguales en justicia”, acotó.

T/ Mercedes Aguilar
F/ Cortesía
I/ Manuel Loayza