Hace 63 años las fuerzas revolucionarias y el pueblo derrocaron a Pérez Jiménez

El 23 de enero de 1958, las fuerzas revolucionarias y el pueblo derrocaron al general Marcos Pérez Jiménez y, a partir de allí, en Venezuela comenzaban a generarse cambios que, en un principio alegraron a millones de ciudadanos de toda la nación, aunque luego devino en un enorme sufrimiento por los siguientes 40 años por el fracaso de la llamada democracia representativa puntofijista, encabezada por AD y Copei.

Pérez Jiménez gobernó en medio del boom petrolero post II Guerra Mundial y se benefició de una economía fortalecida por lo que construyó importantes obras de infraestructura, desarrolló programas inclusivos y planteaba la recuperación del territorio Esequibo, aunque también se caracterizó por tener un gobierno dictatorial muy represivo contra la población, especialmente contra los políticos que le adversaban lo cual generó muchos presos políticos y torturas.

El 21 de noviembre de 1952, los estudiantes de diversas universidades salieron a las calles en Caracas pidiendo el fin de la dictadura, a lo que se le sumaron voces desde la izquierda, entre las cuales sobresalió el periodista y político Fabricio Ojeda.

El 1° de enero el general Hugo Trejo encabezó una rebelión militar en Caracas y en Maracay. pero falló el intento. Tras unos comicios electorales fraudulentos realizados en 1957 en los cuales salió favorecido Pérez Jiménez el pueblo se rebeló y acrecentó el ambiente de descontento popular en el país.

La izquierda y el movimiento sindical llamaron a una huelga general para el 21 de enero y dos días después Pérez Jiménez decidió huir hacia República Dominicana en el avión denominado «La Vaca Sagrada», desde la Base Aérea Militar de La Carlota.

Lo sustituyó una junta militar de gobierno dirigida por el contraalmirante Wolfgang Larrazábal hasta que en 1961 se efectuaron las elecciones que fueron ganadas por Rómulo Betancourt.

T/ Prensa MPPC