Afroamericanos son asesinados en Estados Unidos a manos de policías blanco|Hace un año el asesinato de Michael Brown evidenció la violencia racial en EEUU

En los últimos años, jóvenes afroamericanos han sido asesinados en Estados Unidos a manos de policías blancos, en situaciones sospechosas  y ante la mirada de un sistema de justicia que suele salvar de toda culpa a los agentes de seguridad implicados en los hechos.

Los residentes negros en territorio norteamericano suelen ser víctimas de arrestos, citaciones, uso de la fuerza y violaciones de la libertad de expresión, sin ningún tipo de justificación.

El 9 de agosto de 2014, quedó evidenciada una vez más la violencia y la discriminación racional de Estados Unidos, cuando el joven afroamericano Michael Brown, de 18 años de edad, fue asesinado por el policía de piel blanca Darren Wilson en Ferguson, Missouri, San Luis.

Una autopsia preliminar privada reveló que Brown recibió al menos seis disparos, dos de ellos en la cabeza y cuatro en el brazo derecho.

Según «versión oficial» del hecho, Wilson propinó los disparos a Brown luego que el joven supuestamente tratara de arrebatarle su arma de reglamento.

Por otra parte, testigos también han señalado que al momento del brutal ataque, el joven se encontrada desarmado y con las manos en alto.

Impunidad

En noviembre de 2014, el Gran Jurado decidió no imputar a Wilson, quien esperó la decisión judicial en libertad plena.

El fiscal del condado de San Luis, Missouri, Robert McCulloch, fue el encargado de leer el veredicto, en el cual el Gran Jurado indicó que «ninguna causa probable existía para encontrar alguna acusación contra el oficial Wilson».

Paradójicamente, detalló que los expertos de ADN, toxicología y análisis de fármacos señalaron que «no hay duda que Wilson causó la muerte de Brown al dispararle», mientras precisó que la investigación también consideró que «la ley autoriza a un oficial a usar la fuerza letal en ciertas circunstancias y para defenderse de ciertas situaciones».

Luego de conocerse el fallo judicial a favor del efectivo policial, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se pronunció e instó a los estadounidenses a respetarlo.

«Debemos aceptar la decisión del jurado, somos una nación basada en el imperio de la ley», dijo en aquella oportunidad.

La decisión del Gran Jurado sobre el asesinado de Michael Brown, además, dio paso a diversas movilizaciones de calle en rechazo a la medida judicial, que fueron dispersadas y reprimidas por cuerpos policiales.

Por su parte, el abogado de la familia Brown, Bejamin Crump, denunció que el proceso de juicio fue injusto y estuvo viciado, por lo que pidió la evaluación de la decisión.

Argumentó que el Gran Jurado de Missouri no evaluó a detalle las declaraciones de Wilson, quien dijo haber disparado en varias oportunidades a Brown, luego que el joven presuntamente trató de quitarle el arma.

En marzo de este año, el jefe de la Policía de la localidad estadounidense de Ferguson, Missouri, Thomas Jackson, presentó su renuncia, tras hacerse pública una investigación del Departamento de Justicia, que reveló presuntos patrones de discriminación racial en el cuerpo policial.

Los afroamericanos de Ferguson, que constituyen dos tercios de la población, sufrieron en los últimos años 85% de las paradas de tránsito, 93% de los arrestos y 88% de los casos de uso de la fuerza policial.

Igualmente, en los últimos años, los afroamericanos han sido víctimas de asesinatos raciales en Estados Unidos.

Por ejemplo, en febrero de 2012, fue asesinado en Sanford, Florida, el joven Trayvon Martin, de 17 años, por un guardia de seguridad que lo consideró «sospechoso».

El 30 de abril de 2014, el policía Christopher Manney disparó 14 veces contra Dontre Hamilton, de 31 años, que estaba desarmado.

En julio, Eric Garner, de 43 años, murió luego de ser estrangulado por el policía blanco Daniel Pantaleo. En la lista de asesinatos también está el afroamericano Darrien Hunto, de 22 años de edad, quien murió cuando funcionarios de la policía de Utah le propinaron seis disparos.

Tamir Rice, de 12 años, fue tiroteado por la Policía en Cleveland, estado Ohio (norte), cuando el niño se encontraba en un parque de la ciudad y sacó una pistola de juguete, mientras que Antonio Martin, de 18 años de edad, fue asesinado por agentes de la Policía en la región de San Luis, cerca de Ferguson.

Así los casos de represión, violencia y discriminación racial siguen reportándose en Estados Unidos ante la mirada indiferente de las autoridades nacionales e internacionales.

Texto/ AVN
Foto/ Archivo