Tradición de Cabudare, Coro|Hallacas de chivo y de queso completan la gastronomía navideña en Falcón

Las hallacas de chivo y de queso llaman la atención tanto de propios como turistas que visitan el estado Falcón.

Esta costumbre la inició hace unos 60 años, “cuando el paquete de harina precocida costaba real y medio”, la señora Ramona Medina, quien falleció hace seis años en Coro, pero dejó su sazón y la responsabilidad de continuar la tradición en su nieta Tania Medina de González.

Tania tenía 11 años cuando comenzó a ayudar a su abuela en la cocina y ya lleva 27 años en esta labor que es su forma de vida, no solo en diciembre, sino durante todo el año.

“La abuela comenzó haciendo hallacas tradicionales de carne de res, marrano y pollo, pero ella era muy inventadora, y una vez le llevaron un chivo, lo lavó bien, lo preparó e hizo las primeras hallacas de chivo”.

Las hallacas de chivo tienen los mismos ingredientes de las tradicionales: carne de res, marrano, papas, cebollas y ají, con excepción de las alcaparras y aceitunas, porque se utiliza el chivo salado.

Las hallacas de queso también fue otro “invento” de la abuela, cuenta la nieta.

“La primera vez utilizó queso de cabra pero el olor impactó en toda la casa, así que lo cambió por queso de vaca y le quedaron muy bien. Para hacer estas hallacas hacemos un guiso con papas y aliños y cuando está frío le echamos el queso picado en cuadros”, explicó.

Las hallacas de la familia Medina también se diferencia de otras porque en lugar de hojas de plátanos utilizan una hoja grande y ovalada de una palma conocida como Queipo, que crece en la sierra falconiana.

A las hojas se les quita la vena del medio y se hierven, no se ahúman como las de plátano.

Tania asegura que la hoja de queipo le da un sabor especial a este tradicional plato navideño.

Otra diferencia está en la forma de amarrar la hallaca, que no es cruzada como es tradición, sino que la ligan solamente en el centro.

Probar las hallacas de chivo y de queso es toda una experiencia en la casa materna que ahora se conoce como El Rincón de la Hallaca, en el callejón Mi Cabaña, del sector Cabudare, de Coro. (El callejón se inicia frente al Terminal de Pasajeros).

Las hallacas adquieren cada vez más aceptación e incluso han salido fuera del estado y del país, pues algunos las han llevado a Nueva York, Aruba y Curazao.

No hay que esperar a diciembre para probarla, pues están disponibles todo el año.

“Hay gente que dice que no les gusta el chivo, pero cuando las prueban quedan asombrados”, sostiene Tania.

Las hallacas tienen un precio solidario de 12 bolívares, las de carne y 10 bolívares las de queso.

“Vengan para que las prueben y les aseguro que les van a gustar”, invitó esta falconiana al resto de los venezolanos.

Fuente/AVN