Hallan en Myanmar fósil de ave de hace 99 millones de años

Científicos de China, Canadá y EEUU han descubierto el ave conservada en ámbar más completa hallada hasta la fecha.

Buena parte del cuerpo de un polluelo de 99 millones de edad espectacularmente conservado en ámbar acaba de brindar a los científicos una oportunidad única de adentrarse en el Cretácico. El espécimen, descubierto en una mina del norte de Myanmar, conserva su “inusual plumaje”, tal y como describen los científicos responsables de un estudio publicado el 6 de junio en la revista Gondwana Research.

El pedazo de savia fosilizado atrapa en su interior el espécimen mejor conservado hasta la fecha de un grupo de aves dentadas primigenias ya extinto llamado enantiornitas. Las proporciones del cuerpo del pequeño polluelo indican que era muy joven, mientras que los detalles en la estructura y distribución de su plumaje resaltan algunas de las diferencias cruciales entre estas antiguas aves y los pájaros modernos.

A pesar de que los científicos ya habían encontrado especímenes de este grupo de aves atrapados en ámbar, este ejemplar birmano de seis centímetros de longitud incluye rasgos que nunca se habían podido observar, tales como la apertura del oído, el párpado y la piel de la pata.

Para poder estudiar el interior del ámbar fosilizado, los científicos emplearon escáneres de microtomografía computarizada (micro-CT) y reconstrucción digital en 3D para poder analizar el espécimen con un mayor detalle. El proceso les llevó casi un año completo, tal y como afirmó Jingmai O’Connor, profesor del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleontología de la Academia de Ciencias China.

Por lo que puedo leer, además seccionaron el trozo de ámbar en dos mitades, lo cual desafortunadamente dañó algunos huesos del cráneo, relegando el pico del pájaro en un trozo, mientras que la cavidad craneana y el cuello quedaban en el otro.

Aun así, el cuerpo estaba casi completo ya que el ámbar contenía la pequeña cabeza del polluelo y su cuello, partes de su ala, pata y cola, así como abundantes tejidos blandos y plumas adheridas. Probablemente el ave estaba realizando su primer vuelo al salir del nido cuando quedó atrapado en el pegajoso sirope del árbol.

Su cuerpo está cubierto de un ligero plumaje, pero se conserva un juego completo de las plumas de vuelo sobre sus alas, lo que —según los autores del estudio— sugiere que estos pájaros eran muy independientes ya a una edad muy temprana.

T/Hispantv
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