Las criaturas, cuya identidad se desconoce, se alimentaban de enormes plantas, crecían hasta una longitud de 15 metros y llegaron a pesar más de 10 toneladas.
La huella más grande encontrada por los científicos supera los 60 centímetros de ancho y es de las primeras pisadas de saurópodo encontradas en Escocia.
Según el científico Steve Brusatte, de la Universidad de Edimburgo, este hallazgo —publicado en la Scottish Journal of Geology— supone «uno de los descubrimientos de dinosaurios más importantes que se han hecho en Escocia», ya que hasta ahora, la única prueba de que estos dinosaurios habitaron la región se basaba en algunos fragmentos de hueso y dientes.
El rastro de estos animales quedó impreso en unas rocas que, en algún momento, formaron el fondo de una laguna de agua salada de escasa profundidad y, según piensan los autores del hallazgo, las pisadas pertenecen a antepasados de especies conocidas, como el Brontosaurus y el Diplodocus.
Tom Challands, coautor de este trabajo y también de la Universidad de Edimburgo, precisa que es «estimulante» realizar un descubrimiento así y poder estudiarlo al detalle, aunque puntualiza que esto «es solo la punta del iceberg».
«Estoy seguro de que Skye seguirá ofreciendo grandes lugares y ejemplares en los próximos años», señaló el científico.