Una investigación realizada por paleontólogos de Georgia y Suiza, emprendida tras el hallazgo de un cráneo de 1.8 millones de años, indica que el ser humano primitivo pertenecía a una única especie, pero con muchos aspectos diferentes, informó este jueves la prensa internacional.
Este cráneo fue descubierto en la localidad de Dmanisi, un sitio arqueológico de Georgia y según los expertos es el antepasado más antiguo del ser humano descubierto fuera de África.
El cráneo perteneciente a un varón está conformado por una pequeña caja craneana, una cara grande y dientes largos, y la parte de la mandíbula se descubrió cinco años antes que el resto de la pieza.
La hipótesis planteada por el estudio, publicado en la revista Science, sostiene que las diferentes especies a las que se refiere la paleobiología como el Homo habilis y el Homo rudolfensis, eran todas antepasados del Homo erectus y sólo se diferenciaban en su apariencia.
En la localidad arqueológica, ubicada a 85 kilómetros al sur de Tiflis, los científicos también encontraron otros cuatro cráneos que pertenecían a diferentes ancestros humanos, además de animales, plantas fosilizadas y algunas herramientas de piedra.
«Su estado de conservación es excepcional, por lo que muchos aspectos desconocidos del esqueleto de homínido pueden estudiarse por primera vez en más de un individuo», dijo en una conferencia de prensa telefónica David Lordkipanidze, director del Museo Nacional de Georgia, en Tiflis.
Por su parte, el coautor del estudio, Christoph Zollikofer, de la Universidad de Zúrich, detalló que los cráneos son tan diferentes que, en otras circunstancias, podrían haber sido considerados diferentes especies, dijo el coautor del estudio, Christoph Zollikofer, de la Universidad de Zúrich.
«Los cinco individuos de Dmanisi son notoriamente diferentes entre sí, pero no más diferentes que cinco humanos modernos o cinco chimpancés», señaló.
Acotó que «llegamos a la conclusión de que la diversidad dentro de una especie es la regla y no la excepción».