Según funcionaria del Programa Mundial de Alimentos|En hambruna la mitad de los 12 millones de sursudaneses

Unos seis de los 12 millones de sursudaneses sufren de un modo u otro de hambre a causa del déficit de nutrientes aGravado por la guerra y la falta de agua, informó este miércoles una funcionaria del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

La situación humanitaria adquiere dimensiones alarmantes, «es una mezcla letal de conflicto, emergencia económica y ausencia de precipitaciones», además de la devaluación de la moneda local, añadió la directora de esa agencia de la ONU en este país africano, Joyce Luma.

Esos problemas provocan malas cosechas y el aumento de los costos que, a su vez, disparan los precios de renglones básicos como los granos, en el caso de estos últimos, quintuplicados en solo un año, según la funcionaria del PMA.

De acuerdo con estadísticas de esa institución, para alimentar a la población sursudanesa siniestrada por la hambruna se requiere de unas 380 mil toneladas de granos, 53 por ciento más que en el mismo período del pasado 2015.

Los choques entre el Ejército y grupos rebeldes, como el liderado por el exvicepresidente Riak Machar, también entorpecen el trabajo en las tierras del país, 90 por ciento de las cuales es posible dedicarlas a la agricultura, pero solo se usa una mínima parte, declaró en Juba el vocero de la FAO, Serge Tissot.

El programa de alimentos en Sudán del Sur requiere para 2016 de 375 millones de euros (unos 428 millones 180 de dólares) en ayudas, pero aún solo dispone de una décima parte de esa cifra, acorde con estadísticas de la ONU.

La guerra entre el gobierno y sus opositores comenzó a fines de 2013 tras la acusación del presidente, Salva Kiir, contra Machar de organizar un golpe de Estado, y sus secuelas comprenden unos 50 mil muertos y 2,3 millones de desplazados por la violencia que genera el conflicto, recuerdan esas fuentes.

Intensas rondas de negociaciones entre las partes con mediación de la Unión Africana (UA) concretaron acuerdos de paz desde mediados del pasado de 2015, pero desde entonces fueron incumplidos una y otra vez, por desencuentros entre los firmantes según esa organización.

El más reciente documento de concertación entre gobierno e insurgentes para un cese el fuego y la formación de un ejecutivo de transición fue en agosto último y contempla el retorno de Machar a ese cargo y la repartición de los distintos ministerios entre todas las fuerzas en pugna.

Los opositores volvieron a alertar en las últimas horas que lo estipulado en el documento está en peligro por actos intransigentes del gobierno en la aplicación de medidas de seguridad comprendidas en el tratado, mientras la UA exige el respeto a lo pactado.

Algunos analistas atribuyeron al principio el diferendo a razones tribales por el origen de Kiir (etnia dinka) y de Machar (etnia rival nuer), pero a los choques entre ambas partes se sumaron después miles de partidarios de una o de otra por razones políticas, económicas o religiosas.