Hasta este miércoles el Foro Permanente de la Diversidad Cultural estará en el MAC

“Generalmente, cuando se habla de la globalización automáticamente se dice que es mala. A mi modo de ver, calificarla así de entrada es una manera muy simplista de ver el problema. La globalización puede traer grandes complicaciones, pero también puede traer grandes ventajas. Eso va a depender de cómo se aborde el problema y de las capacidades de gestión”.

Así lo afirmó ayer en la mañana el antropólogo George Amaiz, coordinador de la Oficina Técnica de Enlace con la Unesco del Centro de la Diversidad Cultural (CDC), minutos antes de su participación comprendida dentro de la programación correspondiente a las discusiones que se desarrollan hasta hoy en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas (MAC), como parte del aniversario número 11 del CDC y en el contexto de la décimo segunda edición del Foro Permanente de la Diversidad Cultural que en esta oportunidad tiene como tema Trayectorias, fronteras e integración nuestroamericana.

MUCHO QUE APRENDER

En un breve encuentro con los medios de comunicación social y a propósito de su intervención de ayer con relación a algunas reflexiones sobre el tema principal del foro, Amaiz admitió que aun cuando en los últimos seis años la Unesco ha reconocido nuestra diversidad cultural con la inclusión de cinco manifestaciones tradicionales en las listas representativas de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, en términos de gestión este tema (el de patrimonio cultural inmaterial) aún “está en pañales” en nuestro país.

Desde este punto de vista, considera el antropólogo, aun estamos en proceso de aprendizaje, de reflexión, de reconocer y corregir nuestros propios errores con soluciones que deben partir desde las propias comunidades portadoras del patrimonio.

En ese camino de reflexión y discusión que se desplaza por el asfalto proporcionado por el Foro Permanente de la Diversidad Cultural, en el que se han conformado y participan cerca de 334 consejos comunitarios de patrimonio y salvaguardia organizados en red, el tema que se plantea busca responder cómo interconectarse y pueden fortalecerse de manera recíproca nuestras manifestaciones tradiciones, no solamente dentro de nuestras fronteras sino además a escala nuestroamericana.

JUNTOS ES MEJOR

En este sentido, uno de los objetivos fundamentales es el fortalecimiento y expansión de las redes de patrimonio conformadas por las principales responsables de mantener vivo nuestro patrimonio cultural inmaterial: las comunidades portadoras que a juicio de Amaiz no deben verse de manera aislada.

“No estamos solos. Las islas en materia de patrimonio cultural inmaterial no existen. No hay ninguna manifestación que sea ajena a otros procesos culturales. Porque están vivas, son dinámicas, están en constante cambio, nunca están estáticas”.

De tal manera que, de acuerdo al antropólogo del CDC, el problema no es el cambio, sino la naturaleza y procedencia de este, que se transforma en un inconveniente cuando viene de una imposición externa, no consensuada por la comunidad, convirtiéndose en un elemento negativo que igualmente debe ser discutido por los grupos portadores de las manifestaciones en esa situación.

Si en una manifestación tradicional, ejemplificó Amaiz, se introducen cambios que la banalizan, ese problema debe ser discutido y fundamentalmente resuelto desde la base de esa manifestación.

DESDE LAS BASES

Para el antropólogo, se trata de un problema muy complejo, cuya solución pasa necesariamente por el fortalecimiento de las capacidades de decisión y el fortalecimiento de la autonomía de los portadores de la tradición y de su capacidad para generar proyectos autosustentables a favor de su perspectiva.

“En la medida en que los portadores de manifestaciones tradicionales permiten o se apegan a estructuraras clientelares, paternalistas, con mucha seguridad será mucho más fácil la aplicación de estos cambios no consensuados e impuestos”. De ahí la importancia de fortalecer el conocimiento histórico del significado de cada manifestación y su correspondiente marco identitario, aseveró el ponente.

PARTE DE TODO

Dentro de ese contexto, si bien la legislación actual en Venezuela asigna unas responsabilidades puntuales al Estado en cuanto a la protección a las manifestaciones tradicionales. No existe la capacidad financiera ni operativa, desde las instituciones para lograr ese fortalecimiento, inclusive, si ese apoyo institucional sobrepasa los límites del acompañamiento técnico y metodológico, de alguna manera contravendría el espíritu y la naturaleza del patrimonio cultural inmaterial que son las comunidades, con la libertad cultural que las determina, las únicas y capacitadas para decidir qué es lo que les conviene o no.

Tampoco se trata, advirtió Amaiz, de mantener un férreo hermetismo. Por el contrario, es fundamental entender que toda cultura forma parte de un flujo continuo y dinámico de interconexiones con otros espacios de acción, de recreación, de vivencias, y eso trasciende las escalas locales y nacionales.

Por todo esto, dentro de la actual edición del Foro Permanente de la Diversidad Cultural las comunidades continuarán debatiendo a lo largo de este año sobre las profundidades históricas y culturales de cada una de nuestras manifestaciones tradicionales y a su vez confrontarlas a ese concepto, también polémico y que despierta mucha sensibilidad, en torno al significado de las fronteras, en el entendido de que las manifestaciones culturales son permeables a los espacios geográficos fronterizos.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Miguel Romero
Caracas