Patineteros y ciclistas tomaron este domingo la avenida Boyacá|Hasta rapel se puede practicar en la Cota Mil

Como es costumbre, patineteros y ciclistas se hicieron presentes ayer para recorrer los más de seis kilómetros de la Cota Mil, que cada domingo se destinan desde las 7:00 am, y hasta las 1:00 pm, para el disfrute de la gente.

Pero no solo esas actividades se pueden realizar en este espacio que se extiende a los pies del Waraira Repano. Hay quienes se arriesgan a bajar con cuerdas desde uno de los distribuidores dispuestos en la entrada por Altamira; casi 20 metros de adrenalina a puro rapel.

Arnaldo Ramos, uno de los instructores, aseguró que tienen poco menos de un año en este espacio y que el objetivo es ofrecerles a los presentes la posibilidad de cumplir con esta aventura que antes si deseaban hacerla debían salir de la ciudad.

ADRENALINA

“Para nosotros la meta es que todos podamos cumplir este sueño como es hacer rapel deportivo, lo único que se debe tener es valentía y dejar que la adrenalina lo haga todo”, dijo Ramos.

Señaló que por tratarse de una actividad recreativa para todos, lo único que se pide es una colaboración de 100 bolívares para poder cumplir con el mantenimiento de los equipos e incluso tener la oportunidad de comprar más para ampliar.

“Todo el mundo puede hacerlo. Desde los 6 años se puede hacer rapel, lo que se necesita es ser valiente y no dejarse llevar por la sensación que siente en los primeros segundos cuando te paras en la cornisa . Si lo logras vencer, el descenso lo disfrutarás”, dijo Ramos, quien precisó que entre 12 y 15 personas cada domingo realizan el descenso.

EMOCIÓN

Quien no perdió la oportunidad de hacer rapel fue Said Labbad, de 15 años, residente del sector Concordia, quien acotó que se trata de una ocasión única.

“Es la primera vez que lo hago, pero ya he bajado dos veces. Es realmente emocionante ver Caracas desde las alturas, incluso si bajas de cabeza. Les recomiendo a todos que vengan a disfrutar”, comentó Labbad.

A la par de quienes tomaban el reto de descender en rapel, a un lado los patineteros disfrutaban de las bajar por las diversas salidas de la Cota Mil.

Rafael Lares, de 21 años, iba constantemente cruzando la calle con su patineta. En algunas ocasiones solo, en otras acompañado de varios compañeros con los que realizaba competencias.

“Este espacio es ideal para tomar la patineta y disfrutar de una Caracas que pocas veces tiene un rostro tranquilo. Ojalá y esta posibilidad la tuviéramos más de una vez por semana, creo que necesitamos más lugares así que nos permitan poder vivir nuestra ciudad”, dijo Lares.

EN FAMILIA

Otros en cambio, caminaban e iban conversando con familiares, sus mascotas o amigos.

Mientras más cerca se iban colocando a los pies del Waraira Repano, el sonido de las aves y algunos insectos se dejaba escuchar.

“Nada es mejor que salir con la familia a caminar. Traer a los niños y poder respirar aire puro. Lástima que sea por poco tiempo, porque ya como a las 12 del mediodía debemos irnos para que esta vía vuelta a su característica habitual”, afirmó Ulises Marín, de 38 años.

En la Cota Mil, las caraqueñas y los caraqueños disfrutaron de un domingo de alegría y deportes extremos. Se encuentran a la espera de más tiempo para compartir de este espacio y ver Caracas desde las alturas.

T/Juan Pablo Azuaje
F/Marái Isabel Batista