Henri Falcón, candidato a la Primera Magistratura venezolana, reconoció ayer que ha recibido presiones y amenazas, sin mencionar quién, mas enfatizó que ninguna de estas acciones lo desviará de su camino hacia las próximas elecciones.
“Sí ha habido amenazas, pero yo digo el pecado pero no el pecador”, sin embargo, “quienes me conocen saben que yo no como ese casquillo, a mí no me van a venir con eso”, subrayó el líder antichavista.
Durante una rueda de prensa en el Hotel Hesperia de Carabobo, el dirigente opositor aseveró que los propulsores del abstencionismo carecen de un plan coherente para salir de la actual gestión bolivariana, y más bien, con esa postura, ayudan al mismo Nicolás Maduro a su reelección.
Sobre la dolarización, insistió que este planteamiento “tiene que ver con una realidad que está en la calle: todo está dolarizado en el país”, entonces, “se trata de dolarizar los salarios, de poner un freno en seco a la hiperinflación”.
A su juicio, el propósito es que una moneda fuerte pueda coexistir con el bolívar en una especie de caja de conversión, y que en la nación se puedan llevar adelante transacciones y los ingresos del Estado en dólares “pero donde se puedan revisar todos los tabuladores”.
Al ser consultado sobre si, de ser elegido, dejará algún programa social actual, el abanderado de Avanzada Progresista aseguró que se revisará a fondo lo que pueda ayudar, sobre todo a los más necesitados.
El exgobernador de Lara mostró una encuesta de Datanálisis elaborada entre el 19 y 29 de marzo, en la cual se obtiene que en promedio un 65% del total de los consultados desea votar y más del 66% rechaza los llamados a desalentar el sufragio.