El hijo mayor del líder libio, Muamar Al Gaddafi, Saif Al Islam, denunció que los ataques de fuerzas extranjeras sobre Libia intentan aterrorizar a la población y negó que el Ejército libio realiza operaciones militares.
Entrevistado por la cadena ABC News, Saif Al Islam lamentó que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al que consideraba “un buen hombre”, esté bombardeando el país del norte de África.
“Nos ha sorprendido que los americanos, los británicos y los franceses hayan atacado Libia, hayan atacado cinco ciudades y aterrorizado a la población, especialmente a los niños y mujeres”, declaró.
El hijo de Gaddafi señaló que los ataques son “una gran sorpresa que el presidente Obama, al que considerábamos un buen hombre y un amigo del mundo árabe, finalmente haya bombardeado Libia”.
Saif al Islam negó que las fuerzas armadas leales no cumplan el alto al fuego anunciado el pasado viernes por el Gobierno libio, acatando la resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Nuestra gente fue a Bengasi para liberar Bengasi de los matones y de los milicianos”, declaró en referencia a la ciudad del este del país controlada por los grupos rebeldes armados.
Saif Al Islam negó que Gaddafi estuviera pensando en renunciar a su cargo y aseguró que “el país en su conjunto está unido contra las milicias y los terroristas”.
El hijo del líder libio aseveró que la coalición militar encabezada por Estados Unidos “lo que están haciendo, sencillamente, es apoyar a los terroristas y a las milicias armadas”.
Aunque los libios están “indignados” con los estadounidenses, Saif al Islam aseguró que su país no va a vengarse.
Señaló que el objetivo del gobierno de Libia “es ayudar a nuestro pueblo, sobre todo en Bengasi, que está viviendo una pesadilla”.
Hasta el momento, medios periodísticos reportaron que debido a los bombardeos de Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña más de 60 personas murieron y alrededor fueron heridas.
Aunque el gobierno libio denunció que muchos de los ataques tuvieron como objetivo a civiles y hospitales, las fuerzas de la coalición occidental desecharon tanto las cifras de muertos divulgadas como esta denuncia.