Esta venezolana tiene tres décadas de experiencia en el área|Hilda De Luca: “La producción de una película tiene que ver más con lo humano que con la tecnología”

Hilda de Luca es una venezolana con una gran trayectoria de tres décadas en la producción nacional y también la foránea. Su curriculum incluye joyas como “Oriana”, “Santera”, “La mágica aventura de Óscar”, “Miranda” y “Manuela Sáenz”; aparte de trabajos internacionales, tales como “Un Indien Dans la Ville” (Francia), “Jungle to Jungle” (EEUU), “Jaguar” (Francia), “Corazón de las tinieblas” (España) y “Dinosaurio” (EEUU). Egresada del Columbia Collage en Los Ángeles, Estados Unidos, y con especialización en cine, ella es de quienes creen en la necesidad de formar a las nuevas generaciones.

De ahí que ha dictado talleres de producción y de diseño cinematográfico para distintas instituciones. Elaboró el manual “De la idea al film”, que se utiliza como texto de apoyo en el programa cultural cine en curso, que auspicia el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía.

Hilda de Luca señala que los talleres son una herramienta para que esa gente que demanda mayor información, la tenga oportuna y sustanciosamente: “Un taller busca proporcionar al participante una guía de los pasos a seguir para la producción profesional de una película e identificar las etapas necesarias en la realización de un proyecto cinematográfico. El objetivo es desarrollar la capacidad en el participante de detectar cuando un guión está correctamente escrito a efectos de su debido desglose y correcto presupuesto”.

Agregó que también “ es clave tomar conciencia de la relación dirección- producción como situación crucial y determinante en el éxito de una producción cinematográfica. El analizar detalladamente el guión como método necesario para precisar sus necesidades y determinar la logística que se debe considerar a fin de lograr su realización en el tiempo y presupuesto previsto. Reconocer los elementos del desglose y del plan de rodaje como base de datos para la elaboración del presupuesto”.

– ¿La producción es más complicada hoy en día o se ha simplificado con las nuevas tecnologías?

– La producción de una película, según mi propia experiencia, tiene que ver más con lo humano que con la tecnología. La tecnología siempre ha estado inventándose y sujeta a permanentes procesos de transformación. En las distintas etapas de la historia del cine la tecnología nueva para ese entonces, ha tenido impacto directo en el quehacer audiovisual en ese momento en particular. Sin embargo, lo que se mantiene igual, en todas las épocas y me atrevo a confirmar que en todas las que estén por venir, es la gente, por lo que, para mí, la complejidad de la producción en el cine no depende tanto de lo tecnológico sino de cómo el productor gerencia el recurso humano seleccionado para hacer la película.

– Nada fácil…

– Personalmente creo que la producción es un proceso complejo pero no complicado. Y digo complejo porque la producción implica procesos diversos y tiene que ver con la capacidad que tenga el productor de actuar ante las situaciones que se le presenten, tiene que ver con “el ser humano detrás del cargo”, de fortalecer valores, del manejo del trabajo en equipo, de las relaciones personales más que tratarse de un oficio difícil de comprender. Pudiera decir entonces que la relación con la gente en el cine es un hecho complejo indistintamente de la tecnología.

– ¿Y la tecnología?

– Se asimila y se utiliza en beneficio del proyecto; pero la experiencia que me deja haber trabajado en la producción de películas, es que los aspectos humanos deben ser atendidos no solamente desde el punto de vista de su interacción, sino que también deben considerarse los aspectos individuales del personal involucrado tales como, sentimientos, miedos, compromiso, carácter, honestidad, formación, ego, respeto, disciplina, actitud, rigor entre tantos otros. Soy testigo de cómo este tema del recurso humano puede absolutamente determinar que una película se convierta en una tremenda complicación, o que por el contrario fluya armónicamente facilitando su realización exitosa.

PAZ Y AMOR

– Trabajo en armonía…

– Creo por lo tanto firmemente que la producción fluida es aquella donde el productor genera las condiciones y el ambiente de satisfacción necesarios para que el equipo entusiasmado atienda, como grupo, cualquier complejidad que se presente en el proceso de llevar adelante la realización de una película.

– Hoy por hoy y en cuanto a la producción audiovisual, ¿Venezuela está actualizada en este aspecto?

– Yo puedo calificar como positiva todas las iniciativas que se impulsan de manera pública y privada para fortalecer y garantizar la producción de cine en Venezuela. Un aspecto relevante en nuestro país es la importancia que se le está dando a la formación desde todo punto de vista. Son muchísimas las iniciativas que se adelantan en este sentido y ya algunas con resultados tangibles que inclusive se han traducido en reconocimientos internacionales en festivales de gran prestigio. En relación a la tecnología pasa algo parecido.

– El profesionalimismo ante todo..

– Sin embargo, una vez más hablo del ser humano detrás del cargo. Por ejemplo, de que servirá tener la cámara más moderna y de última generación si no conoces el lenguaje cinematográfico? Hago una reflexión al respecto, para escribir es necesario conocer el abecedario, de nada servirá tener un lápiz, una máquina de escribir o una Mac., daría lo mismo. Por eso todo el tema de formación y lo que se viene trabajando en función de su desarrollo y fortaleza es de carácter primordial.

– ¿El gobierno impulsa esa formación?

– Es importante comentar que desde el CNAC, por medio de sus diversos programas y convocatorias de participación. Por ejemplo, el programa de estímulo a la base industrial atiende lo concerniente a la industria cinematográfica. Esta convocatoria va dirigida al equipamiento del sector a los fines de fortalecer tanto el parque tecnológico nacional, como los procesos de post-producción, la innovación y las mejoras en el campo cinematográfico. Asimismo, el CNAC tiene financiamientos a través de programas internacionales y genera condiciones flexibles y favorables en los acuerdos de co-producciones que permitan cubrir aquellos renglones que así lo ameriten y de los cuales no disponemos en el país.

– ¿Hay otros más?

– Otros programas que ayudan en la actualización del cine en Venezuela son los programas de cultura cinematográfica destinados al mejoramiento y formación, tanto para financiar escuelas como para personas que quieran una beca de pre o postgrado a nivel nacional o internacional. Congresos, cineastas invitados, festivales, encuentros, mesas de trabajo y asambleas hacen que el cine venezolano esté en camino ascendente y positivo participando además de manera activa en acuerdos internacionales, lo que constituyen una plataforma actualizada y productiva para el sector.

T/Eduardo Chapellín
F/Archivo CO
Caracas