El abastecimiento está garantizado en la tienda de Terrazas del Ávila|Hipermercado Bicentenario en camino a los cambios estructurales

Trabajadores y trabajadoras estan al frente de Hipermercado Bicentenario en Terrazas del Ávila

Érika, a sus 22 años de edad, ya tiene un hijo de 7 años y debe trabajar para darle el sustento necesario. La joven asistió ayer, como todos los días, a su trabajo, y se colocó su franela gris. Se pudiera pensar que el color de su franela es algo irrelevante. No obstante, en el trabajo de esta joven bachiller el gris es sinónimo de explotación y discriminación.

Esta venezolana trabaja como empaquetadora del Hipermercado Bicentenario, un lugar donde aún se labora bajo las premisas del capitalismo impuestas por el grupo que era propietario de la red de comercios.

Las personas que llevan la franela gris, por ejemplo, deben solicitar un permiso especial para poder comprar en la tienda. Ellas tienen dos horarios de trabajo. De 9:00 am a 3:00 pm labora el primer turno. De 3:00 pm a 9:00 pm entra en acción el segundo grupo. Pese a cumplir horario, no tienen sueldo.

Llevar una franela gris en ese Hipermercado implica que no tengas un lugar para guardar el almuerzo porque ni siquiera puedes llevar un bolso. La gerencia discriminaba a las muchachas y muchachos de franela gris.

Érika lleva casi un año allí, y siempre ha portado su franela gris. A su lado está otra muchacha que recientemente tuvo un hijo. En la otra caja un joven con trenzas cumple las mismas labores. Ninguno de ellos tiene permiso para caminar por los pasillos centrales del Hipermercado.

El abastecimiento está garantizado en Caracas. Ayer llegaron gandolas con cargamento de artículos de la cesta básica

El Diablo en los detalles

En el Bicentenario de Terrazas del Ávila todavía hay marcas de tiendas exclusivas con nombres escritos en inglés. Todavía hay carteles con rostros de gente blanca, y apenas uno con el rostro de una mujer afrodescendiente. Todavía se rechaza la entrada de motorizados. “Eso (el rechazo a los motorizados) es común aquí en Caracas”, comentó Arthur García, motorizado que labora como transportista para el Correo del Orinoco.

El Comandante y presidente Hugo Chávez ha declarado en reiteradas ocasiones que “el diablo se ve en los detalles”. Todavía hay “diablos” en el Bicentenario, aun cuando la cantidad de compradoras y compradores es tan grande, que la tienda tuvo que abrir dos cajas adicionales.

Reconocer a los jefes del Hipermercado es fácil. Ellos no llevan una franela gris. Se visten con una camisa amarilla con las mangas largas, y por encima se colocan un suéter negro.

Eduardo Lucena llevaba esa vestimenta. Es el jefe, y ratificó lo que de entrada se podía suponer. “No tengo mucha información respecto a por qué no han llegado los cambios”, dijo.

“En realidad nosotros nos preguntamos por qué ha tardado tanto en llegar el verdadero cambio”, expresó Wilson García, quien se vino de Santa Bárbara del Zulia hace más de 20 años y actualmente labora en Bicentenario.

A un mes de la ocupación, se podría decir que la sinceración de los precios ha sido uno de los aspectos cubiertos. Los precios justos han generado cifras récord de ventas.

El público visitó masivamente el Hipermercado Bicentenario

Buscando la transformación

Lisbeth Jiménez tenía 10 años sin poder estudiar en las universidades públicas hasta que ingresó a la Universidad Bolivariana de Venezuela. Actualmente ella cursa el sexto semestre de Estudios Jurídicos y pertenece al sindicato de trabajadoras y trabajadores de Bicentenario.

Ella está clara en lo que ocurre en Venezuela. “Yo nunca pude estudiar porque me excluyeron”, asegura. “Cuando veían (los evaluadores) que yo vivía en Petare, me negaban el cupo”. Esa exclusión la impulsa a formar un ambiente universitario en el Hipermercado tal y como lo anunció Chávez.

“Sería bueno tener aquí una aldea”, sentenció la joven trabajadora. Junto con Jiménez labora Richard Rojas, un joven graduado como historiador que no ha conseguido cómo ejercer su profesión.

Rojas no tiene su camisa amarilla con mangas largas, pero sí tiene otras aspiraciones. “Me gustaría ejercer mi profesión, y si se abre una aldea universitaria aquí, entonces podría dar clases”, declaró.

A estos trabajadores no les preocupa mucho la tardanza expuesta por García y la concentración de Lucena. “Hay que darle tiempo al tiempo”, afirma Jiménez. “Eso (el cambio) se debe llevar poco a poco”, agregó.

“A los trabajadores (y trabajadoras) les falta conocer más acerca de la realidad venezolana”, precisó Rojas. “Y nosotros tratamos de conversar sobre eso”.

Actualmente la tienda es gerenciada por las y los trabajadores. Algo muy positivo en el mar de detalles que constatamos. No existe un gerente en la tienda y también está desocupado el cargo de gerente de recursos humanos. Sin embargo, el resto de los cargos “camisamarilla” están ocupados por las mismas personas.

El sindicato lucha por acciones reivindicativas. Tienen dos años discutiendo el nuevo contrato colectivo y esperan que dentro de los nuevos beneficios cuenten con un salario justo.

Beneficios para el pueblo

El pasado 19 de enero, el presidente Chávez ordenó la ocupación de la megatienda Éxito, tras comprobarse que la gerencia de este hipermercado violó las leyes del país al remarcar los precios de sus productos. El Jefe del Estado  explicó que la gerencia de Éxito “estaba robando al pueblo”.

El Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) inició una serie de procedimientos en todo el país para defender de la especulación a las venezolanas y venezolanos.

Las mismas trabajadoras y trabajadores de Éxito denunciaron que les ordenaron remarcar precios, acciones que fueron detectadas también en otras cadenas comerciales.

Éxito formaba parte de la Cadena de Tiendas Venezolanas (Cativen), cuyo accionista mayoritario es el grupo francés Casino. Un grupo colombiano y Empresas Polar funcionaban como socios minoritarios.

El pasado sábado el Mandatario Nacional aprobó el inicio del proceso de compra, a la compañía francesa Casino, de 80 por ciento de las acciones de Cativen, que cuenta con 35 establecimientos Cada, ocho centros distribuidores y una flota de 100 camiones.

La comida llega

Hipermercado Bicentenario es parte de la nueva red de mercados socialistas que está impulsando el proceso revolucionario. Un comercio que nace junto con el socialismo del siglo XXI.

“Estamos trabajando mucho para mantener las ventas”, asegura Jorge Graterol, uno de los trabajadores de la megatienda. “Ha venido mucha gente, incluso el sábado violentaron algunas puertas para poder entrar”, agregó el joven capitalino.

El abastecimiento está garantizado. El Correo del Orinoco pudo constatar la llegada de las gandolas con cargamento de azúcar, harina, leche y otros artículos de la cesta básica. Sin embargo, la idea expuesta por el Comandante aún falta por concretarse.

“Ojalá lleguen pronto esos cambios”, expresó Graterol. “Dentro de esos cambios el trabajador debe ser visto como pilar fundamental”, exigió Wilson García.

Zulia: denuncian que Empresas Polar sabotea entrega de productos

Empresas Polar ha disminuido la distribución

Empresas Polar ha disminuido la distribución de sus productos al Hipermercado Bicentenario en Zulia, y esto ha ocasionado escasez de algunos artículos básicos, denunciaron trabajadores de la tienda en la región occidental del país.

“Esto (la escasez) nunca había ocurrido aquí (en la antigua Éxito norte)”, dijo una de las fuentes consultadas por el Correo del Orinoco. “Y no tiene nada que ver con el gobierno. Los productos del gobierno, como la caraota socialista, están llegando, pero el problema está en los productos distribuidos por las empresas privadas”.

Lo mismo está ocurriendo en Bicentenario Sur, donde las Empresas Polar “sólo envía alrededor del 40 por ciento de los pedidos”, precisó una fuente que solicitó el anonimato.

“Aquí (en Zulia) están saboteando. Empresas Polar está retardando la entrega de los pedidos. Les solicitamos diez paletas y nos envían cuatro”.

En el sector de las carnes también ocurre una situación similar. “Fíjate que (ayer) no hay carne, y esto nunca ocurría antes. Eso (la entrega de carne) está en manos privadas”.

T/ Arlenin Aguillón
F/ Miguel Romero
Caracas