Ubicado en Caracas, a pocas cuadras de la plaza Bolívar, se encuentra el Panteón Nacional, lugar donde se conservan los restos mortales de personajes destacados de la historia de Venezuela. En marzo de 1874, Antonio Guzmán Blanco decretó que la antigua Iglesia de la Santísima Trinidad ubicada allí sería la última morada para venezolanos insignes. Fue 
inaugurado el 28 de octubre de 1875. Los primeros personajes en ser trasladados al Panteón fueron Francisco Rodríguez del Toro e Ibarra, Ezequiel Zamora, José Gregorio Monagas, Manuel Ezequiel Bruzual y Juan Crisóstomo Falcón.
En 1876 los restos de Simón Bolívar fueron llevados a este lugar solemne. También fueron trasladados al recinto los restos de Luisa Cáceres de Arismendi, primera mujer en el Panteón.
Tito Salas fue el encargado de los detalles artísticos. La estructura fue declarada como Monumento Nacional el 25 de julio de 2002.
En el año 2010 se iniciaron importantes trabajos de restauración del Panteón Nacional y la construcción de un mausoleo en honor al Libertador Simón Bolívar. La obra fue inaugurada en 2013. Se observa como un anexo al Panteón, la construcción abarca 2 mil metros cuadrados y tiene una altura de 50 metros. Está recubierta de cerámica blanca y cuenta con iluminación natural. Los restos de Simón Bolívar reposan en este lugar dentro de un sarcófago de caoba y piedras preciosas.
La Revolución abrió el camino hacia este lugar a grandes hombres y mujeres de la historia de la patria como Fabricio Ojeda, Argimiro Gabaldón, Matea, Hipólita y Apacuana.
Alrededor del Panteón Nacional el Gobierno Bolivariano rescató y construyó espacios públicos para el disfrute de la población. En esta locación que alberga huellas del pasado, actualmente es común que cada tarde niños, jóvenes y adultos acudan al sitio para pasar un rato de sano esparcimiento. Plazas, banquitos, gradas y grandes árboles cobijan a propios y visitantes en las cercanías de este monumento histórico, que como fondo visual tiene al imponente Waraira Repano.
