Por Néstor Rivero|La Historia y Hugo Chávez (Opinión)

Signo distintivo del discurso del comandante Hugo Chávez Frías fue su culto por el tema histórico, entendido como instrumento de congregación emocional y espiritual del pueblo venezolano alrededor de los símbolos de la nacionalidad y sus figuras heroicas.

BOLÍVAR COMO CENTRO

Eje de las concepciones políticas de Chávez Frías fue el ideario bolivariano. El Libertador y sus proyectos anfictiónicos, su postura abolicionista y reivindicadora de los indios, su propuesta de reparto de tierras y bienes -que habían pertenecido a los realistas-, a favor de los soldados, viudas y huérfanos de la Guerra de Independencia, así como su honda indagación moral acerca del origen del desapego de una gran masa del pueblo respecto a la Emancipación durante la Primera y Segunda República, merecieron la atención constante de Chávez. Así, pudo Bolívar descender de las estatuas y hacerse de nuevo pueblo, como idea que motoriza el cambio revolucionario.

HISTORIA CONTINENTAL

Sensible ante los procesos que favoreciesen la integración latinoamericana y caribeña Chávez supo promover en gruesos conglomerados de opinión, universitarios, amas de casa, mujeres y hombres de uniforme y gremios laborales y campesinos, el significado de los símbolos de identidad de la región, como “Nación de Repúblicas”, según el afortunado símil de Simón Bolívar.

Así, Chávez ocurría a la herencia de figuras que, como José Martí, Francisco Morazán, Antonio José de Sucre, José de San Martín y José Artigas, contribuyeron a mantener encendida la llama unionista, de patria nuestroamericana y antiimperialista que en su momento y circunstancias echara a caminar como sueño, el Libertador. Así, el 28 de octubre de 2003, Chávez, recordando al Apóstol de Dos Ríos, dirá “…de esta alma india, mestiza y blanca, hecha una llama sola, se envolvió el héroe, y…fue regando de repúblicas a artesa de los Andes, y cuando detuvo la carrera…catorce generales españoles…en Ayacucho, se desceñían la espada de España”

CÁTEDRA EN CADENA

Libro en mano, y refiriendo hechos y personajes de que trataba alguna efemérides, el comandante Chávez lograba mantener a quienes le escuchaban por radio o veían por TV, pendientes de su discurso histórico, aguardando explicación acerca de cuándo y por qué se torció el rumbo de Patria Grande, en la Cosiata o en la Conspiración santanderiana del 25 de septiembre de 1828. Cátedra de historia para el pueblo y cátedra de estadista en el Gabinete ministerial.

Así Chávez en una oportunidad, rodeado de los ministros, diputados y otros altos funcionarios del Estado, exhortará a la conformación de “un Gobierno Bolivariano, un gobierno eminentemente justo. Justicia, justicia, y aquí decidimos nuestro estado bolivariano, no sólo como un estado social, sino como estado de justicia” [Ediciones Presidencia de la República, Discursos del Presidente Hugo Chávez, 2001, Tomo 3, pág 118)

QUÉ DEJÓ

El empeño del presidente Chávez por difundir los valores de la nacionalidad a partir de la lectura de un fragmento epistolar, análisis y comentarios sobre las grandes figuras de nuestro pasado, y los libros que recogen el ideario y los hechos de los paladines en armas o civiles, dejó como saldo una mayor sensibilidad en las nuevas generaciones en torno a la necesidad de conocernos como pueblo, hurgar en nuestras raíces, apoyarnos como Nación en los valores afirmativos que sustentan la construcción de un Mundo Posible.

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