Seis días después de que el Reino Unido iniciara la construcción de un muro para impedir el paso de refugiados desde la ciudad fronteriza de Calais, el presidente de Francia, François Hollande, exhortó este lunes a Londres a asumir las responsabilidades derivadas de acuerdos bilaterales en materia de inmigración.
Durante una visita al emblemático campamento de refugiados en Calais, que prometió desmantelar «con humanidad» antes de terminar el año, Hollande recordó a Londres que el proceso para salir de la Unión Europea no anula los acuerdo de Le Touquet firmados entre los dos países en 2003, reseñó la agencia EFE.
En particular pidió al Reino Unido priorizar la acogida de niños y adolescentes que tienen familia en territorio británico antes del cierre del campamento y la prometida reubicación de los refugiados –entre 7.000 y 10.000 personas, de acuerdo con EFE— en otros centros en Francia.
Sobre el trato que dará el Gobierno francés a los refugiados, Hollande advirtió: «Los que pueden optar al asilo deben ser acogidos. Los otros deben ser expulsados a sus países».
Las guerras e invasiones impulsadas por Estados Unidos y sus aliados europeos en países como Irak, Libia y Siria durante la última década ha provocado una crisis humanitaria sin precedentes, con un número de refugiados que supera incluso las cifras registradas durante la Segunda Guerra Mundial.