El presidente francés, François Hollande, dijo este lunes que tiene la «intuición» de que se está «saliendo de la crisis, en primer lugar en la zona euro», al tiempo que prometió que no habrá nuevos impuestos en el país y que el recorte del déficit, a su juicio necesario, se hará mediante ahorro del gasto público.
En un discurso dedicado a las pequeñas y medianas empresas durante un desplazamiento a Chateau-Renault (centro de Francia), Hollande ilustró su «intuición» con los tipos de interés que paga el país para financiar su deuda, «los más bajos de su historia».
Hollande pidió «perseverancia» para «la reconquista de la competitividad y del crecimiento», y subrayó que para lograrlo «hará falta tiempo» y avanzó que en 2013 su Gobierno continuará con las reformas, como lo ha hecho desde que llegó al poder hace ya más de medio año.
El jefe del Estado francés indicó que «se debe controlar el nivel de fiscalidad» y anunció que, para reducir el déficit de aquí al final de su mandato en 2017, «se pedirán ahorros a las administraciones (…) y no nuevos impuestos a los franceses».
A ese respecto, garantizó que «habrá estabilidad» en cinco impuestos que conciernen directamente a las pequeñas y medianas empresas.
Sin nombrarlo directamente, Hollande se refirió al caso del actor Gérard Depardieu, que ha suscitado una enorme polémica con el anuncio de que ha establecido su residencia en Bélgica para evitar el pago de impuestos más elevados en Francia.
«Es normal que los que tienen más paguen más», comentó antes de felicitar «a los que aceptan pagar sus impuestos en Francia, producir en Francia».
En una carta abierta al primer ministro, Jean-Marc Ayrault, que le criticó por su decisión de pagar los impuestos en otro país, Depardieu anunció que renuncia a su pasaporte francés y reprochó al Ejecutivo de izquierdas su política fiscal, que, a su juicio, desincentiva el espíritu de empresa y el talento.