Homenaje a un gigante revolucionario de la Patria Grande

El pueblo revolucionario conmemoró los 46 años de la desaparición física del presidente mártir chileno, Salvador Allende, derrocado por fuerzas militares de extrema derecha al mando de Augusto Pinochet, con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos, un 11 de septiembre de 1973.

Carmen Zerpa, concejal de municipio Libertador de Caracas, fue la oradora de orden en el acto que comenzó a las 11:00 de la mañana en la plaza Salvador Allende, ubicada en la salida de la Universidad Central de Venezuela que comunica con Plaza Venezuela.

Es una pequeña plaza donde la estatua pedestre de Salvador Allende es rodeada de árboles frondosos y ahí el pueblo con banderas de Venezuela, Chile, y partidos políticos se ondearon durante el homenaje que inició con la interpretación musical de canciones alusivas al momento histórico.

Al inicio se le dio lectura a uno de los pensamientos revolucionario de Allende: “Estas son mis últimas palabras, tengo la certeza que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza que, por lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”.

Seguidamente se ofreció una ofrenda flora donde participó Darío Vivas, constituyente de la Asamblea Nacional; Nahum Fernández, presidente del Concejo del Municipio Bolivariano Libertador; Yasmín Chacare, vicepresidenta del Concejo del Municipio Bolivariano Libertador; Sebastián Michel, embajador de la República Plurinacional de Bolivia en Venezuela; Antonieta De Stefano, viceministra para la Igualdad de Género y No Discriminación, del Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género; El Tano caricaturista; y Daniel Retamal, representante del Partido Comunista de Chile.

Nahum Fernández, presidente del Concejo del Municipio Bolivariano Libertador, en sus palabras comentó que fue un acto con mucho calor venezolano, “siempre pensando en Chile y la figura de Allende, un gigante que desafió las fuerzas imperiales con un pensamiento que tiene vigencia en función de la lucha y combate de Venezuela contra la política imperial que impulsa el capitalismo internacional actualmente contra nuestro país”.

Recordó que debemos seguir el ejemplo de valentía y gallardía de Allende, quién reclamó la soberanía de esa nación; sin duda alguna, 46 años después, aseguró, el pueblo venezolano junto al comandante Hugo Chávez comenzó a comprender las tesis sociales, agrarias y culturales de trasformación económica de Allende.

El expresidente llegó al Gobierno de Chile en 1970, pese a una intensa campaña mediática en su contra y celadas políticas que colocó la Central de Inteligencia Norteamericana en su camino a la primera magistratura de ese país. Una vez en el Gobierno resaltó por su gran sensibilidad justamente por la lucha que hoy libran miles de estudiantes chilenos en las calles de ese país: la educación y la integración latinoamericana.

El constituyente Darío Vivas indicó que Salvador Allende fue precisamente electo soberanamente por el pueblo chileno y luego fue violentada su figura por un gorila imperial: la acción criminal del Gobierno de Estados Unidos, que “es la misma vía de los lacayos, la oligarquía nacional e internacional que siempre actúa contra el pueblo. Cada vez que el imperio ve en peligro sus intereses comienza a actuar y utiliza a los traidores de la patria”, hizo el llamado para que una vez que los venezolanos trabajemos para romper la hegemonía imperial se reconozcan a los 30.000 mártires chilenos que han sido asesinados por la dictadura de Pinochet y así construir un mundo de paz para vivir en patrias libres y soberanas.

Finalmente en el homenaje se recordó que un 11 de septiembre de 1973, en pleno bombardeo contra el Palacio de Gobierno, negado a renunciar a su cargo, el Presidente mártir prefirió inmolarse antes que sucumbir a los chantajes de la oligarquía de Chile, que gobierna a Chile hasta nuestros días.

T/ Oscar Morffes
F/ Gustavo Frisneda
Caracas

Presidente Maduro: La voz de Salvador Allende sigue serena en toda la Patria Grande

Este miércoles, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, conmemoró los 46 años del derrocamiento del líder socialista, Salvador Allende, presidente de la República de Chile.

«Conmemoramos 46 años del golpe de Estado fascista financiado por el imperialismo yanqui contra el presidente democrático, Salvador Allende. Líder que se inmoló para defender la dignidad de su pueblo. Ante el odio y las conspiraciones, su voz sigue serena en toda la Patria Grande», escribió el Jefe de Estado en la red social Twitter.

Allende fue investido como Presidente de Chile el 24 de octubre de 1970, bajo un gobierno enmarcado por la Unidad Popular (Partido Socialista, Partido Comunista, Partido Radical). En su mandato se nacionalizaron el cobre y otros recursos.

El 11 de septiembre de 1973 el Gobierno de EEUU y la derecha chilena derrocaron al Mandatario con un golpe de Estado y un ataque al Palacio de la Moneda, donde fue asesinado.

Liderazgo socialista

Al cumplirse un año más años del golpe de Estado en contra del presidente de Chile, Salvador Allende, su liderazgo socialista sigue vigente en los pueblos de Nuestra América, así lo destacó este miércoles el canciller de la República Jorge Arreaza.

«Hace 46 años, la élite dominante en EEUU y la ultraderecha chilena tuvieron que ejecutar un sangriento golpe de Estado para torcer la voluntad de los humildes y derrocar al compañero presidente Salvador Allende. Hoy, Allende vive y vibra en los pueblos de toda Nuestra América», expresó el jefe de la diplomacia venezolana a través de su cuenta en Twitter.

Salvador Guillermo Allende Gossens fue un líder socialista, presidente constitucional de Chile desde 1970 hasta el golpe de Estado dirigido por el general chileno Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973, día en que Allende falleció en el Palacio de la Moneda, tras ser bombardeado por los golpistas.

T/ Redacción CO
Caracas

11 de septiembre de 1973: Asesinato de Allende y el inicio de 17 años de dictadura en Chile

«Ha llegado por fin el día de decir ‘basta’. Basta a la explotación económica, basta a la desigualdad social, basta a la opresión política». Con esta frase, el presidente chileno Salvador Allende – quien fue electo en comicios presidenciales realizados en septiembre de 1970, marcaba el inicio de una nueva era en Chile, dirigida a atender las necesidades del pueblo.

Pero este nuevo modelo en Chile solo duraría tres años. El 11 de septiembre de 1973, a las 7:30 de la mañana, en el Palacio de la Moneda – sede del presidente de la República de Chile ubicada en Santiago (capital) – es el mismo Allende quien anunciaba el golpe de Estado, por lo que llamaba al pueblo, sobretodo a la clase trabajadora, a mantener la calma y a estar preparado ante cualquier intento de enfrentamiento.

«Desde el Palacio de la Moneda, informaciones confirmadas señalan que la ciudad estaría ocupada, lo cual significa un levantamiento en contra del Gobierno, del Gobierno legítimamente constituido, del Gobierno que está amparado por la ley y la voluntad de los ciudadanos», expresó en ese momento Allende en transmisión radial, citado por medios internacionales.

Pocos minutos después, una transmisión radial de una Junta Militar – encabezada por Augusto Pinochet – solicitaba la renuncia del mandatario chileno, no obstante, esta solicitud fue rechazada por Allende, quien aseveró que no renunciaría y que iba a «resistir con lo que sea, a costa de mi vida» por defender la decisión del pueblo en 1970.

«En este instante los aviones pasan sobre La Moneda, seguramente la van a metrallar. Estamos serenos y tranquilos. El Holocausto nuestro marcará la infamia de los que traicionan la patria del pueblo», recalcó el mandatario chileno.

Tras la decisión de Allende, aviones y bombas se comenzaron a escuchar y atacar al Palacio de la Moneda. Un locutor de radio de ese momento – difundido por los medios locales – describían los hechos como «una densa columna de humo» que inundaba La Moneda.

Esta acción emprendida por los golpista, quienes ya habían prohibido a las emisoras difundir información referente a la Unidad Popular – partido al que pertenecía Allende–, de lo contrario, recibirían «castigo aéreo y terrestre»; causó que Allende ingresara al salón Independencia, donde según algunas versiones, se había quitado la vida.

No obstante, un audio revelado en 1988 en el libro-CD «Interferencia secreta» de la periodista Patricia Verdugo, citado por la BBC Mundo, revela la intensión de Pinochet de provocar un ataque al avión que le estaban ofreciendo a Allende para salir del país.

De igual forma, en una entrevista a Robinson Guerrero, publicada por el portal chileno RadioUchile en 2014 – citado por Actualidad RT – señala que en 1974 fue detenido por un joven militar que decía ser el «asesino de Allende» y que como trofeo se quedó con el reloj del mandatario chileno. «Este es mi botín de guerra», señaló el militar.

El asesinato de Allende desembocó a una Junta Militar, encabezada por Pinochet, que llevó a Chile a vivir 17 años de dictadura, que dejó saldo de 40.000 víctimas, de las cuales más de tres mil fueron desaparecidas.

Apoyo de EEUU a Pinochet

Tras su caída y pase a retiro de las fuerzas militares chilenas, Pinochet viajó a Londres, Reino Unido en el 2000, para realizarse una operación, no obstante, fue aprehendido en la nación europea por los delitos de genocidio, terrorismo internacional, torturas y desaparición de personas, hechos ocurridos en Chile durante la dictadura.

Esto generó que Estados Unidos (EEUU) desclasificara los documentos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) sobre Pinochet, revelando el apoyo brindado por el entonces del entonces presidente estadounidense Richard Nixon (1969-1974) y su consejero de Seguridad Nacional, Henry Kissinger, refieren medios internacionales.

En noviembre del 2000, comenzaron a darse a conocer las grabaciones de Nixon en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en donde se referían a Allende de forma despectiva, así como los intentos del mandatario estadounidense de evitar que el líder chileno llegara al poder en 1970.

Además, en más de 3.700 horas de conversaciones, que datan entre 1971 y 1973, ambos funcionarios (Nixon y su asesor) discutían una estrategia para «remover» a Allende del poder.

«Todo lo que hacemos con el gobierno chileno será observado por otros gobiernos y grupos revolucionarios en América Latina como una señal de que lo que pueden hacer y salirse con la suya. Por lo tanto, tiendo a estar en contra de hacer cualquier cosa por ellos», señaló Nixon en los audios revelados por la CIA, citado por los medios.

Caracas
Por: Ariadna Eljuri