La cosecha de maíz blanco de Honduras este año se encuentra en torno a los nueve millones de quintales previéndose que la agroindustria nacional compre un aproximado al millón de quintales, a pesar que la demanda es de tres millones 500 mil quintales, por lo que el resto irá al comercio nacional e internacional.
Una información ofrecida por la Asociación de Productores de Granos Básicos señaló que esas cifras son confiables, pues son resultado de estadísticas y sondeos que realizan, porque el país tiene un alto potencial para este tipo de grano, aprovechando tres épocas del año, conocida como ciclo de primera, del 15 de mayo al 20 de junio.
La siembra de postrera, la cual es más propicia para el frijol, pero que se puede aprovechar, que se extiende desde la última semana de agosto hasta el mes de octubre, y la conocida como postrera tardía, que se presenta desde noviembre hasta enero.
En el caso de la siembra en el ciclo postrera tardía, se significó que se practica el cultivo de maíz en regiones húmedas del litoral atlántico, que tiene influencias del mar Caribe, cuyas labores de siembra se inician en noviembre.
Asimismo se indicó que la siembra en este período se realiza comúnmente en regiones de valles y laderas de los municipios de Olanchito y Morazán en Yoro, Sabá en Colón, Cuyamel en Cortés, Jutiapa, la cuenca del Cangrejal y Tela en Atlántida, entre otras áreas.
La entidad señala que en esos meses de lluvia y humedad son los mejores para el cultivo del maíz, el cual registra buen precio en el mercado internacional, así como tiene una gran demanda, tanto para el consumo humano, de animales y producir combustible.
Apuntó que la producción en los tres ciclos, además de la artesanal y de sobrevivencia, posibilitará llegar a los 13 millones de quintales de maíz, que satisface la demanda interna y dejará un margen para la exportación.