Como nunca antes este viernes estarán signadas por expectativas las elecciones del Comité Olímpico Venezolano, suerte de organismo supranacional que tiene entre otras potestades la de inscribir a las delegaciones de nuestro país en cualquier competencia internacional desarrollada bajo los designios del Comité Olímpico Internacional, ahora con dos grupos abiertamente enfrentados, el de Lourdes Goncalves y el de Eduardo Álvarez, irónica o circunstancialmente, aliados hasta hace apenas unas semanas.
Cuatro años atrás, siendo viceministro y presidente del Instituto Nacional de Deportes Álvarez y gracias a un cambio en los estatutos aprobado por las federaciones deportivas, logró acceder a la presidencia del COV, ocupada durante 22 años por Fernando Romero; hoy, ese número que acompañó a Romero le es afín, pues fueron igualmente 22 los organismos federativos que lo postularon.
En el caso de Goncalves, quien es presidenta de la Federación Venezolana de Deportes Acuáticos, en la cual ha cumplido una excelente labor, su candidatura surgió prácticamente a última hora, con el respaldo de 12 federaciones, bajo el lema de buscar “la paz” en el olimpismo criollo.
Los dos dirigentes, cuentan en sus alforjas con una exitosa trayectoria: Álvarez, ha cubierto todos los escalones del estamento deportivo, como atleta, entrenador, presidente de la Asociación de Voleibol del Distrito Capital, director de Deportes de esta entidad, presidente del IND, vice y ministro del Deporte, encabezando en estos tres últimos roles la etapa más productiva en la historia del deporte nacional, vale decir que todo esto bajo el mandato del presidente Hugo Chávez Frías.
Goncalves, se inició como también suele ser frecuente, acompañando a sus hijos, nadadores, a entrenamientos y competencias, luego se convirtió en directiva de la Asociación de Natación del Distrito Capital, pasando a ocupar cargo a continuación en la federación, que finalmente llegó a presidir, con una foja lustrosa, por lo demás.
Será entre esas dos tendencias que se dirima este viernes a mediodía el futuro del COV, al menos por los próximos cuatro años.