Las autoridades húngaras interceptaron a dos mil 533 indocumentados en el paso de la frontera con Serbia en menos de 24 horas, mientras se informó del empleo de gases lacrimógenos en un centro de acogida magiar, reseña la agencia de noticias Prensa Latina.
Entre las personas que fueron detenidas por cruzar ilegalmente el límite exterior de esta nación estaban 555 niños, en su mayoría provenientes de estados en conflicto como Siria, Iraq o Afganistán.
La televisora Hirtv informó sobre el enfrentamiento de la policía con inmigrantes en el campo de retenciones, aunque evitó dar mayores detalles de ese incidente.
En lo que va de año, ingresaron a esta nación centroeuropea, de poco más de tres millones de habitantes, más de 120 mil extranjeros, aunque gran parte de ellos continuó viaje rumbo a otros países de Europa occidental.
Pero Hungría espera en próximas horas una avalancha de unos siete mil indocumentados que transitaron esta semana por Macedonia y Serbia, después de arribar por mar a Grecia desde Turquía.
La Unión Europea (UE) anunció ayer su decisión de apoyar a Budapest para crear un centro de recepción de inmigrantes, en medio de los planes de este país de concluir la construcción de una valla de cuatro metros de altura y 175 kilómetros de largo en su frontera sur.
Desde Varsovia, el viceministro polaco de Relaciones Exteriores Rafal Trzaskowski consideró necesario reforzar el control fronterizo en los contornos exteriores de la UE.
Trzaskowski propuso instalar centros de registro de extranjeros en las naciones limítrofes del bloque para clasificarlos como refugiados o inmigrantes económicos.
Polonia aceptó una cuota de dos mil foráneos en el acuerdo pactado en junio sobre distribución de inmigrantes llegados al viejo continente, una cifra muy inferior a la demandada por la UE.
Entre 292 mil y 340 mil extranjeros alcanzaron las costas europeas en este año, cifra muy superior a los 240 mil registrados en todo 2014.