Hungría no podrá recurrir al Fondo de Solidaridad de la Unión Europea (UE) para sufragar los efectos del vertido tóxico de una fábrica de aluminio, que mató a nueve personas y causó un desastre ambiental sin precedentes, al tratarse de un accidente industrial y no de un desastre natural.
Así lo aseguró en Budapest la comisaria europea de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva quien agregó que Hungría «deberá discutir con la Comisión Europea cómo encontrar fondos» dedicados a agricultura y protección del medio ambiente.
Georgieva recalcó que la UE podrá apoyar a Hungría en la reconstrucción «con expertos, maquinaría y productos químicos» y a través de la colaboración de la protecciones civil de distintos países europeos.
T/Telesur.