Geopolítica, defensa integral y paz por Daniela A. Rodríguez M.|La idea de Nación (Opinión)

Constantemente estamos bombardeados de informaciones y contenidos que en la mayoría difieren de la realidad, lo cual no debe sorprendernos en tanto que su verdadero objetivo, bajo la lógica del capital, no es el de transmitir la realidad sino el de defender los intereses del mismo… Pero no podemos dejar de ver la difusión de contenidos noticiosos, por muy diferentes o variados que sean, desde la visión del discurso macro que quieren construir y las transformaciones estructurales que pueden generar, a través del mantenimiento y posicionamiento constante de una idea, por diferentes vías, en la psiquis colectiva.

Y es que el posicionamiento de las ideas, como elemento estructural básico del pensamiento humano, es sumamente delicado; según el geopolítico inglés John Mackinder las ideas son las que “van a formar una Nación en oposición a un simple amontonamiento de animales humanos (…)”. El pueblo es el constructo que tiene de sí mismo, sin idea de venezolanidad, no existiría Venezuela; sin identidad ni sentido de pertenencia, no existe Nación. Por otro lado, Mackinder indica que estas ideas “generalmente han sido aceptadas bajo la presión de una tribulación común, o ante la común necesidad de oponer una resistencia a una fuerza externa”.

En este contexto debe hacernos reflexionar el hecho de que en Venezuela, a pesar de la gran cantidad de amenazas externas que ponen en vilo su estabilidad, su paz y su existencia misma como una República, exista un sector de la población que no solo apoya la idea de que una fuerza externa intervenga, sino que se hace partícipe de la misma, aunque esto signifique la pérdida y violación de los principios básicos esenciales contenidos en nuestra Constitución Nacional.

Este es el resultado de una gran campaña sostenida de operaciones psicológicas, difundidas a través de los medios de comunicación masivos, con el objetivo de debilitar la identificación y compromiso de la población venezolana con su Nación, todo esto bajo la premisa de que el debilitamiento moral es el primer elemento para neutralizar la posibilidad de resistencia y defensa que tenga un país, ante las pretensiones de dominación por parte de otro.

Lo que no se quiere no se defiende, y lo que no se conoce, no se quiere. Del fortalecimiento de nuestra idea de Nación dependerá nuestra propia existencia.

daniela.rodriguez@nodolibre.org