Un equipo de expertos identificó cuatro variantes genéticas involucradas en los procesos de la migraña, enfermedad que tiene como síntoma principal el dolor de cabeza y puede llegar a ser invalidante.
La investigación, publicada en la revista Nature Genetics, confirmó que quienes padecen la dolencia tiene una predisposición genética, aunque son los factores ambientales los desencadenantes de la crisis y los que determinan la frecuencia.
Tras analizar el genoma de cuatro mil 800 pacientes afectados por el mal, sin aura (sin signos neurológicos previos), los especialistas determinaron la presencia de cuatro genes, que no fueron encontrados en un grupo testigo compuesto por siete mil voluntarios sanos.
Además, observaron que dos de esas variantes refuerzan la hipótesis de una posible alteración del flujo sanguíneo, indica la publicación.
La migraña es una patología que afecta entre el 12 y el 16 por ciento de la población general, siendo la incidencia más alta en las mujeres.
El dolor suele ser de gran intensidad, afecta a una mitad de la cabeza, más raramente a ambos lados a la vez, y se acompaña por sensibilidad a la luz (fotofobia), náuseas, vómitos y empeora claramente con la actividad física.