A la larga lista de abusos sexuales de menores denunciados dentro de la Iglesia Católica en países como Alemania, Irlanda, Estados Unidos, Francia, Austria e incluso en España, se le unió un nuevo escenario: Noruega.
La Iglesia Católica noruega confirmó que el hasta 2009 obispo de Trondheim, Georg Mueller, admitió haber abusado de un menor miembro del coro. El religioso renunció por sorpresa en junio de ese año en un sermón, argumentando problemas de cooperación con su congregación.
Las autoridades católicas noruegas confirmaron este extremo después de que lo revelara el diario Adresseavisen. El actual obispo de Tronheim y Oslo, Bernt Eidsvig, expresó en un comunicado «la vergüenza en nombre de la Iglesia», aunque subrayó que Mueller no ocupa actualmente ningun cargo dentro de la misma.
El periódico Adresseavisen señaló que poco después de la dimisión de Mueller, de origen alemán, los responsables católicos iniciaron una investigación del caso. Tras confesar sus abusos, el ex obispo abandonó Noruega.
«El caso no se hizo público porque la víctima no deseaba publicidad», explica el obispo Eidsvig, aclarando que por ello la ley noruega no pudo iniciar ningún tipo de acción legal.
Los abusos que hoy son confirmados se produjeron hace 20 años cuando Mueller era sacerdote en Trondheim. La víctima en la actualidad recibió una especie de indemnización de cerca de (67 mil dólares), indicó el diario Adresseavisen. El ex obispo aclaró entonces a los investigadores católicos que sólo abusó de un menor.
En un país con 4,8 millones de habitantes, el 80% de la población pertenece a la Iglesia católica.