La obra Penacho fue elaborada en acero y mide aproximadamente dos metros de alto por tres de largo|La imaginación puede volar al abordar una escultura que se expone en el MAC

El escultor Prada Colón templó el acero para hacer un Penacho de unos dos metros de alto y cerca de tres metros de largo. Cual ícaro que invita a surcar el cielo, la espectadora o el espectador puede montarse en esta pieza con la que puede volar en su imaginación y traspasar las paredes de la Sala 0 del Museo de Arte Contemporáneo (MAC).

Este viernes se inauguró esta muestra que incluye tres libretas con los esbozos o las pruebas que durante mucho tiempo dibujó el artista para llegar a la versión que hoy se exhibe en la sala dedicada a artistas emergentes en el MAC.

«El germen inicial para hacer un penacho nació en el dibujo. La mayoría de las piezas que hago pretenden la integración, esa es una de las cosas que me interesa, que la persona se vuelva cómplice, pueda acceder a ella, formar parte de la pieza», confesó Colón en declaraciones al Correo del Orinoco.

Además de las múltiples versiones que hizo de Penacho en dibujo, el creador también elaboró una maqueta, un prototipo, que luego llevó a «escala real» para que las personas pudieran interactuar con la obra, a la que puede acceder como el tripulante de una nave o un automóvil.

Para elaborar la escultura el creador reutilizó ballestas y partes de carros, que transformó inspirado en el Monte de Palenque, en México, donde se erigió unas de las ciudades más impresionantes de la cultura maya. Para moldear el acero utiliza esmeriles y soldadura, recarga el metal con cloruro soluble y luego lo desbasta con un esmeril. Además, le aplica químicos y plástico transparente a las piezas para evitar que el salitre afecte sus creaciones. «Me ayuda a que el acero no se oxide», acotó.

Aunque le gusta que el acabado final de sus esculturas sea mate, Penacho luce cierto brillo, porque Colón debe continuar sus investigaciones sobre el material para lograr el efecto deseado. Reconoce que el brillo del metal hace que el agua corra con mayor facilidad y que en consecuencia la escultura no se oxide en la intemperie.

«Casi siempre trabajo con las mismas técnicas», resumió.

En pleno bulevar de Sabana Grande se puede contemplar otra obra de Prada Colón, Libélula, que al igual que Penacho, fue elaborada para interactuar con el público. La escultura ha quedado solo para el disfrute visual porque fue colocada en un pedestal muy alto. El artista celebra que esta obra ha perdido su brillo y tiene el acabado que deseaba. «El tiempo también interviene y completa la obra», comentó.

Colón nació hace 36 años en Maturín, estado Monagas. Estudió en la Escuela de Artes de Barcelona, en el estado Anzoátegui y en la Escuela de Artes Plásticas Armando Reverón, en Caracas. Actualmente, reside en Puerto La Cruz, donde tiene su taller. Este escultor ha participado en numerosas exposiciones colectivas y la que se inauguró ayer en el MAC es su primera muestra individual. Penacho se exhibirá durante tres meses en la Sala 0. Entrada libre.

T/ Várvara Rangel Hill
F/ Joel Aranguren