Al menos 38 personas perdieron la vida y más de 50 resultaron heridas este jueves luego de producirse un atentado suicida en el funeral de un efectivo policial paquistaní. El hecho tuvo lugar en la ciudad de Quetta, ubicada en la provincia de Baluchistán, al oeste de ese país.
Mohamed Tariq, alto responsable de la policía local dio parte de la información oficial tras informar que había «al menos 38 muertos y más de 50 heridos».
El suicida utilizaba un chaleco cargado de explosivos los cuales detonó justo a la salida de la mezquita donde se desarrollaba el funeral. Entre los fallecidos figuran el comisario adjunto de operaciones de Quetta, el superintendente adjunto de la Policía y el superintendente del organismo de seguridad.
El ataque fue reivindicado por los talibanes paquistaníes. «Lo hemos cometido y en los próximos días verán otro atentado importante», aseguró Shahidula Shahid, portavoz del grupo Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP).
El portavoz de los talibanes paquistaníes asegura que este atentado pretendía vengar a las víctimas de los ataques de drones estadounidenses a talibanes y combatientes de la red Al Qaeda en zonas tribales de Pakistán.
«Estamos en guerra con la policía y las demás fuerzas de seguridad. Nos atacan y entonces nosotros los atacamos», declaró Shahid. «Atacaremos a las fuerzas de seguridad, a los responsables del gobierno y la policía en cualquier parte y en cuanto tengamos ocasión», aseguró.