La titular de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcenas, reclamó este jueves actuaciones colectivas y discusiones globales y multilaterales para poder implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible Post-2015 (ODS).
Hay que establecer las acciones que cada país debe ejecutar para cumplir con cada una de las 17 metas contenidas en ese plan que será adoptado durante una cumbre sobre el tema, a iniciarse mañana en la sede de Naciones Unidas.
En conversación con un reducido grupo de periodistas de habla hispana, Bárcenas consideró que los países deben definir lo que pueden realizar por sí mismos y con la cooperación internacional para el cumplimiento de los propósitos establecidos luego de dos años de negociaciones.
En ese sentido, destacó la necesidad del financiamiento para el avance de los estados en desarrollo, al tiempo que advirtió sobre el peligro de los fondos ilícitos y el papel de los paraísos fiscales, entre otros factores de peligro.
América Latina y el Caribe es una región muy vulnerable a los cambios que se registran en los países ricos, como los movimientos en las tasas de interés y otros factores financieros, económicos y políticos, alertó.
Resaltó las necesidades existentes en esa región en materia de transferencia tecnológica, en particular las dificultades para el acceso a las patentes que permitan avanzar hacia el cumplimiento de la agenda post-2015.
Bárcenas opinó que las metas más importantes para latinoamericanos y caribeños son las referidas a la industrialización y el combate a la desigualdad, en una región «que es la más desigual del mundo».
Igualmente señaló la vulnerabilidad de los estados caribeños ante los desastres naturales y llamó a ayudarlos a aliviar la carga de la deuda externa para que puedan contar con recursos dirigidos a la prevención de esas calamidades.
Recordó que la Cepal trabaja por un cambio estructural en los países de la región para modificar los modos de producción y consumo y lograr nuevos pactos sociales con visión de largo plazo.
La agenda hasta el 2030 exige la descolonización de los acuerdos multilaterales de desarrollo, ya que la gobernanza global debe ser universal e inclusiva y reflejar los intereses, necesidades y objetivos de la comunidad internacional en su conjunto, precisó.
Las metas de desarrollo sostenible incluyen la erradicación de la pobreza y el hambre, el acceso a la salud, la educación, el agua y la energía, la materialización de la equidad de género, el combate al cambio climático y la protección de los ecosistemas, entre otros aspectos de la realidad internacional.
Los ODS son una oportunidad, pero el desafío está en su implementación dentro de un contexto económico mundial gris, concluyó.