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«Nada más importa» es el nombre de la campaña publicitaria de DIRECTV Latinoamérica, previo al mundial Brasil 2014 que arranca en junio. A través de la revisión minuciosa de una de sus cuñas promocionales se pudo detectar ciertos elementos que tendrían la intención de alimentar el desprestigio y la guerra psicológica que avasalla a Venezuela desde el pasado 12 de febrero con el fin de justificar una intervención foránea.
ANÁLISIS DE LO SUBLIMINAL
1- El venezolano arrodillado (inicio de la cuña)
Si bien es cierto que Venezuela no está en el mundial, la promoción muestra a un hombre arrodillado y desesperado, pidiendo cola en una carretera venezolana que lleva a Brasil, así que aquellos que pudieron creer que se trataba de un colombiano -quienes sí van a disputar la Copa del Mundo- se equivocaron.
La imagen de apoyo va acompañada de la frase «conoces esa sensación». ¿La de desesperanza? ¿La de la pérdida de dignidad? No debería extrañar que la imagen que dibujen en el exterior sobre el venezolano sea esa, pues bastante han contribuido artistas apátridas y políticos sin tierra a destruir la percepción que ingenuos y desinformados puedan tener sobre nosotros.
Así como lo hace el actor de la cuña, de rodillas y con una bandera guindada en el cuello, se muestran ante las cámaras los grupos terroristas y fascistas (otros manipulados por la derecha) que intentan dar al traste con la Revolución Bolivariana. Esta técnica estética sirve para victimizarse y mostrarse impotentes frente al «régimen» fantasioso que denuncian ante la comunidad internacional. Lo que no dicen los medios es que son estos mismos jóvenes quienes promueven por redes sociales el asesinato masivo de quienes piensan diferente a ellos. Basta buscar en Twitter «matar chavistas», se sorprenderán.
No hace falta ser experto en semiótica para comprender el mensaje de la cuña de DIRECTV; ésta busca mostrar la supuesta cara de la miseria en Venezuela en solidaridad con los autodenominados estudiantes que están arremetiendo contra la Constitución y el orden democrático del país, desconociendo a la mayoría revolucionaria que ha ganado 18 elecciones en 15 años.
2- La máscara con la bandera de Chile
Usted puede buscar en Google «hinchas Chile» o «máscaras chile» y en ningún lado encontrará una máscara con la bandera del país sureño, pues no es tradición futbolística usarla. Lo que sí podrá conseguir en el motor de búsqueda será la famosa máscara de «V de venganza», es decir, la que usan los manifestantes violentos en Venezuela.
Si la máscara no es típica de los chilenos, ¿por qué la colocan luego de la imagen del venezolano arrodillado? Sin dudas, se trata de una muestra de solidaridad del productor de la cuña promocional con los «Anonymous Venezuela». Cabe destacar que Chile vivió en años recientes manifestaciones estudiantiles contra el gobierno de Sebastián Piñera, en defensa de la educación gratuita, pública y universal, la cual sí existe en Venezuela y es promovida y garantizada por el gobierno que lidera el Presidente Nicolás Maduro. ¡Vaya paralelismo!
3- ¿El que corre desnudo es venezolano, ecuatoriano o colombiano?
Luego de los dos mensajes subliminales mostrados anteriormente aparece un joven desnudo corriendo por las calles de un país que no pareciese ser Venezuela (00:00:04), por la infraestructura urbana. La bandera es tricolor, por lo que pudiese tratarse de un colombiano o un ecuatoriano, quienes estarán presentes en la cita mundialista.
Ahora, ¿no son los llamados estudiantes venezolanos los que se han dedicado a desnudarse públicamente para denunciar ante los organismos internacionales que se sienten ultrajados y desprotegidos frente al aparato «represor» del Estado?
Por si fuera poco, al joven desnudo le caen encima dos policías con uniformes del mismo color que los portados por la Policía Nacional Bolivariana, con el fin de apresarlo (00:00:05). ¡Tremendo descaro!
CONCLUSIÓN
Una cuña que usa las frases «lo único que importa es el mundial, que crea lazos, que te hace pintar de colores de guerra y gritar» (00:00:10 – 00:00:16) no puede ser tan casual en un momento en el que Venezuela es azotada de forma brutal por una campaña de descrédito y de satanización de sus bases sociales y políticas.
No puede ser casual que dos fanáticos venezolanos se muestren de la manera más patética en una cuña de DIRECTV sin que el mensaje a emitir tenga una intención de fondo.
Peor aún, si la intención del material era burlarse de la ausencia de Venezuela en la máxima cita del fútbol mundial, cometieron un gran error, pues ahora el venezolano ama a su selección.
Si aún no cree en la presente investigación, lleve las pruebas a un profesor de comunicación social y espere sus respuestas.