El municipio de Piedecuesta, en el norteño departamento colombiano de Santander, fue declarado este lunes en estado de calamidad pública por las intensas lluvias que azotaron el sábado último a esa región, que provocó derrumbes y dejó afectadas a decenas de familias.
En declaraciones recogidas por el diario local Vanguardia Liberal, el alcalde de ese municipio, Angel de Jesús Becerra, señaló que la situación es preocupante, sobre todo por el cierre de varias vías.
No hay acceso al servicio de agua potable. Ha sido algo catastrófico, imprevisto, que sobrepasó cualquier tipo de disposición que se tenía para una situación similar, dijo.
Desde finales de la noche del sábado y durante 12 horas ininterrumpidas, las lluvias azotaron a varios municipios.
En Piedecuesta, el lugar más afectado, quedaron sin hogares más de 150 familias en el sector urbano y otras 28 en la zona rural.
El nivel del agua subió hasta los 40 centímetros y el lodo sobrepasó los dos metros, dejando a más de 60 hogares destruidos.
Las autoridades decretaron la alerta roja en esta zona y suspendieron las clases hasta volver a la normalidad.
Otra de las localidades en alerta máxima es Girón, donde el alcalde, Héctor Josué Quintero, llamó a los organismos de socorro nacionales para garantizarle la ayuda a varios damnificados que quedaron sin casas en lugares como La Isla, La Inmaculada, El Carmen, Girón Campestre y Brisas del Río.
Medios de difusión locales apuntaron que la llegada del invierno ha dejado ya a más de 600 familias afectadas en Santander y en el departamento de Risalda, en el centro-occidente del país, donde las autoridades decretaron la alerta amarilla.