La Organización de las Naciones Unidas (ONU), designó el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata de Personas. Este año es la primera vez que celebra este día, el cual surgió por una resolución de la Asamblea General de la ONU, con el propósito hacer un llamado a la acción para ponerle fin a esta problemática.
La trata de personas es “el reclutamiento, transporte, traslado, acogida o recepción de personas, a través del uso de la fuerza, el engaño u otros medios, con el fin de explotarla,” según lo define las Naciones Unidas. La forma más conocida es la que tiene fines de explotación sexual, pero igualmente abarca el trabajo forzado, la extracción ilegal de órganos, o cualquier otra forma de esclavitud moderna.
Este delito es de carácter internacional y viola los derechos humanos, privando de dignidad a millones de personas alrededor del mundo. El abolicionista John Wesley, definió la esclavitud como la “suma de todas las villanías”, y como algo que no tiene lugar en nuestro mundo.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se estima que existen 2,5 millones de personas presas en las redes de la esclavitud moderna, y afecta a todos los países, tanto los países de origen de las víctimas, como los países de tránsito o destino.
Las cifras exactas de víctimas de trata de persona son difíciles de conseguir, porque este es un tema que se encuentra en la oscuridad. Es importante dar a conocer esta problemática tan delicada, que cada día parece más imposible de solucionar. Se debe crear conciencia de que a pesar de estamos en el año 2014, esto es algo que aún existe y que afecta profundamente a muchas personas.