El investigador de corales Tom Goreau alertó este miércoles sobre los perjuicios que les causa el exceso de fertilizantes empleados para el mantenimiento de las áreas verdes en los campos de golf en las Bahamas.
Señaló que el declive de los arrecifes coralinos en Bakers Bay Club en Cayo Gran Guana, junto a la isla de Gran Abaco en este país es un ejemplo de sus indagaciones.
El científico presentó un informe conformado de conjunto con Global Coral Reef Alliance, James Cervino de Woods Hole Oceanographic Institution y Troy Albury presidente de Save Guana Cay Reef.
Para argumentar sus criterios Goreau mostró datos, fotos y mapas sobre los cambios en las algas costeras, los contenidos de nutrientes de esas algas y la salud de los arrecifes de coral adyacentes.
Dijo que toda esta información se recogió luego de la construcción del campo de golf Bakers Bay, en Guana Cay.
Señaló que después de la construcción del campo de golf se generaron nuevos brotes de algas a lo largo de la orilla cercana, lo que implicó restar oxígeno a los corales y, por consiguiente, un rápido incremento de enfermedades en esas formaciones coralinas.
Gareau desató preocupación y polémica entre las autoridades bahamesas pues resultados similares pueden apreciarse en otros campos de orilla de playa y costas caribeñas, aunque el de Bakers Bay es el primero que demuestra dichos impactos.