Proyecto consta actualmente de 60 lagunas |Masificar la piscicultura impulsa creación de centro de reproducción y genética en Portuguesa

Masificar la piscicultura en Venezuela para contribuir con la nueva economía productiva del país motoriza la acción de diez jóvenes profesionales que fundan en el estado Portuguesa un centro piloto para la reproducción y el mejoramiento genético de cachama, coporo y bagre.

El proyecto apuesta a la consolidación de 100 hectáreas de espejos de agua y en apenas un año registra la construcción de 60 lagunas sobre una superficie de 20 hectáreas que alberga todo un circuito productivo: siembra de peces, selección de reproductores, desove, apareamiento, producción intensiva de alevines, levante y clasificación de juveniles para la venta y el manejo genético.

La iniciativa, de carácter privado, reúne a ingenieros y técnicos agrónomos que apuestan al desarrollo de la piscicultura para fortalecer la producción nacional de carne, bajo sistemas implementados en proyectos avanzados de tecnología productiva (PRO ATP) que ya arrojan resultados concretos: la producción de tilapia roja (parguito rosado) y tilapia negra (nilótica), fruto de la reproducción intensiva de bagre con otras especies autóctonas.

EL SISTEMA

Este sistema piscícola se asienta en el municipio Papelón, una de las zonas de la entidad llanera con mayor vocación para el desarrollo pesquero y acuícola. Consta actualmente de 60 lagunas: 18 de reproducción, nueve de pre-engorde, 12 de engorde y el resto de cuidados intensivos para proteger y garantizar la integridad de los peces, rumbo a la fase de engorde.

Federico Capasso, del equipo de PRO ATP, explicó que el ciclo arranca por las lagunas de reproducción con la siembra y producción intensiva de alevines, que luego van a un proceso de selección por talla para pasar al levante, etapa que se cumple en lagunas de cuidados intensivos, pequeñas, de 13 metros de largo por 10 metros de ancho y completamente enmalladas para evitar el ataque de pájaros al cultivo y brindar a los alevines cuidados especiales hasta llevarlos al peso promedio de un gramo.

Esos animales pasan de allí a las lagunas de pre-engorde, donde permanecen unos tres meses hasta convertirse en juveniles, obtienen un peso promedio de 140 gramos y adquieren condiciones para pasar a la laguna final, la de engorde, de donde en un mes salen con 350 y hasta 500 gramos, «el peso ideal para mercado, un pez con todas las características de buen servicio para plato».

Capasso añadió que esta producción se mejora genéticamente y el proceso permite la obtención de dos variedades de pescado: tilapia negra o nilótica, para ser fileteado y con buen rendimiento en canal; y tilapia roja o parguito rosado, con la apariencia de un pargo de mar, para el consumo fresco, frito o asado.

LA PRODUCCIÓN EN NÚMEROS

Esta unidad de producción y mejoramiento genético, con apenas 20 de las 100 hectáreas de espejos de agua planificadas, arroja la producción mensual de 3.000 kilos de pescado y tiene en fase final de construcción otra laguna de engorde que permitirá, en menos de tres meses, elevar la producción mensual a 10.000 kilos de pescado.

Capasso indicó que este complejo productivo comenzó a ejecutarse hace un año y para arrancar fueron a nueve bancos privados, pero ninguno los apoyó: «Dijeron que el proyecto era inviable porque la piscicultura en Venezuela no caminaba y entonces buscamos al sector público. El Banco Agrícola de Venezuela y el Banco Bicentenario nos liquidaron dos créditos iniciales, de 45 millones de bolívares cada uno».

Detalló que con esos recursos comenzaron a trabajar «en estas tierras donde no había ni una laguna», consolidaron las primeras 60 y actualmente construyen 20 más para el manejo genético de la tilapia, lo que permitirá alcanzar una producción de 20.000 kilos de pescado en año y medio y «en unos cinco años estar montados en 100 hectáreas de espejos de agua y 50.000 kilos de pescado al mes».

Precisó que, al estar plenamente consolidado, el sistema garantizará la producción mensual de 20.000 kilos de tilapia, 5.000 kilos de cachama y unos 5.000 de coporo. Más adelante se profundizará en estudios genéticos para masificar la producción de bagre.

INDUSTRIALIZACIÓN

Este proyecto piscícola apunta hacia la industrialización con la incorporación de plantas procesadoras de pescado, máquinas de empacado al vacío, túneles de congelación y otros equipos que garanticen que «todo lo que aquí se produzca salga al consumidor final y la unidad se convierta en un sistema de producción rentable y de distribución a bajo costo», destacó Capasso.

«Primero queremos demostrar con hechos que sí se puede producir, lograr los 10.000 kilos de pescado mensuales y entonces volver por el apoyo de la banca pública», dijo.

Esta alianza con el Gobierno –acotó- garantizará el despacho de un porcentaje de la producción a la red pública de distribución de alimentos y otra parte se destinará a las cadenas privadas, para que el producto se comercialice en distintas zonas del país.

Antonio Belmonte, también del equipo de PRO ATP, resaltó que el propósito de este sistema piscícola es impulsar el desarrollo de la piscicultura en Venezuela, motivar a los pequeños productores y, «con nuestros niveles de producción, lograr que sea tratada como la ganadería u otro sistema de producción de carne».

F/AVN
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